Sensible a las necesidades y demandas de su comunidad universitaria, desde 2019 la BUAP inició los trabajos para la conformación del Protocolo para la Prevención y Atención de la Discriminación y Violencia de Género. Este documento es el único de las instituciones de educación públicas a nivel nacional que se actualiza y armoniza cada año, con la finalidad de promover la participación de su comunidad, destacó Elva Rivera Gómez, subdirectora de la Dirección Institucional de Igualdad de Género.

En la presentación de los avances de este protocolo, se informó que la recepción de propuestas correspondientes a la convocatoria de este año se amplía hasta el 31 de marzo. Con ello se da oportunidad a los integrantes de los diversos sectores de la comunidad universitaria de enviar sus aportaciones en la liga de acceso de la página https://diige.buap.mx/ y al correo electrónico revisión.protocolo@correo.buap.mx.

Tras la publicación de la convocatoria de actualización de este protocolo, en octubre de 2022, se registraron 85 participaciones colectivas y 20 individuales. En total se recibieron 185 propuestas y colaboraron 31 unidades académicas y administrativas.

Del total de propuestas recibidas, 17.1 por ciento son del sector estudiantil, 33.3 por ciento del sector académico y 49.5 por ciento del personal no académico. La población con mayor participación tiene un rango de edad de 35 a 39 años. En cuanto a sexo, el 73 por ciento son mujeres, 26 por ciento hombres y el uno por ciento prefirió no decir su sexo de pertenencia. La participación por género se divide de la siguiente manera: 69 por ciento femenino, 27 por ciento masculino, 3 por ciento de género diverso y el uno por ciento decidió no informar este dato.

Los grupos de pertenencia de quienes enviaron propuestas son personas con discapacidad y de las comunidades étnica y LGBT. Las propuestas recibidas serán examinadas por una comisión revisora.

Al tomar la palabra, Carolina Morán Raya, directora del Instituto de Ciencias y presidenta de la Comisión Especial de Género del Consejo Universitario, resaltó que desde la última corrección del citado protocolo, entre las aportaciones para mejorarlo se redujo el número de instancias para agilizar la atención de las quejas; además de incorporar leyes locales, nacionales e internacionales.

La actualización de este documento –dijo- es una tarea importante para el crecimiento de la universidad. “Como integrantes de esta comisión tenemos el reto de actuar como universitarios y ser un ejemplo para la sociedad, en cuanto a garantizar la igualdad, equidad y erradicar la no violencia”, refirió.

Por su parte, Érika Pérez Noriega, directora de la Facultad de Enfermería, invitó a los asistentes a sumarse con sus propuestas, para que de esta manera la institución responda a las demandas de la sociedad.

Asimismo, dio a conocer algunas de las acciones puestas en marcha por la institución con referencia a este tema: servicios de atención emocional, instalación de salas de lactancia, conformación de las unidades de Igualdad de Género, realización de jornadas de salud, género e inclusión, campañas de prevención del cáncer de mama y creación de posgrados sobre masculinidades y perspectiva de género.

En la presentación de los avances del citado protocolo acudieron también Nadia Ekatherina Huerta Jiménez, directora de Acompañamiento Universitario; Laura Angélica López Munguía, de la Oficina de la Abogada General; y José Francisco Ávila Caso, defensor de los Derechos Universitarios.

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