El Curso de Nuevas Competencias Directivas y Docentes inició con la participación de María Dolores Lozano Suárez, académica del Departamento de Ciencias de la Educación de la UDLAP
“Para la Universidad de las Américas Puebla, es de especial agrado dar la bienvenida a directivos y profesores al Curso de Desarrollo de Nuevas Competencias Directivas y Docentes, en donde se compartirán recursos y estrategias útiles para fortalecer nuestra labor educativa y al mismo tiempo ofrecerá un espacio propicio para discutir nuestras experiencias y perspectivas que brinden un panorama más amplio a nuestra actividad docente”, comentó durante la inauguración del curso, Claudia María Ramírez Culebro, directora académica del Departamento de Ciencias de la Educación de la UDLAP.
Además, destacó que este evento también presenta una oportunidad para reflexionar sobre temas educativos de actualidad y permite aportar experiencias y lo mejor de las ideas en la búsqueda de soluciones a los problemas que son comunes en directivos y docentes; “sin duda este evento será un precedente en la discusión sobre los temas de actualidad que demanda hoy la educación en México”, afirmó.
Cabe comentar que el Curso de Nuevas Competencias Directivas y Docentes concluirá el 26 de noviembre, tiempo en el que académicos e investigadores del Departamento de Ciencias de la Educación de la UDLAP impartirán a los asistentes pláticas de temas que presentan nuevos retos en el ámbito educativo.
El objetivo de este curso es el de dotar de herramientas vanguardistas y específicas a profesores de diferentes niveles educativos para poder implementarlas en cada una de sus instituciones, por lo que este curso consta de 14 sesiones divididas en cuatro módulos y espera beneficiar a profesores de diferentes partes de la República Mexicana reforzando así la vinculación entre la UDLAP y sus socios estratégicos. Asimismo, se puede mencionar que para este curso se cuenta con la participación de profesores de diferentes estados como Puebla, Veracruz, Tlaxcala, CDMX, Hidalgo, Morelos, Quintana Roo, entre otros.
El Curso de Nuevas Competencias Directivas y Docentes inició con la participación de María Dolores Lozano Suárez, académica del Departamento de Ciencias de la Educación de la UDLAP, quien en su ponencia titulada Aprendizajes en contextos adversos, habló sobre la neurobiología del trauma; relación entre las experiencias adversas y aprendizaje; regulación del sistema nervioso, es decir, cómo se le da repuesta a las problemáticas y qué son lo que hoy se les conoce como escuelas sensibles al trauma.
“La aparición de la pandemia ha presentado el surgimiento de muchos retos desde situaciones laborales y familiares hasta los contextos educativos y de salud, lo que nos lleva a ver que todos estamos en contextos retadores”, comentó la Dra. María Dolores Lozano, quien además explicó que los contextos retadores a veces son contextos adversos porque en medio de estos retos que tenemos en nuestra esfera de acción, también hay situaciones que dan lugar a experiencias adversas que sobre pasa la capacidad de afrontamiento inmediato. “Estas son de muchas índoles que van desde situaciones muy complejas de salud, violencia doméstica, pérdida de empleo, acoso, pérdida de seres queridos, violencia intrafamiliar, pobreza, entre otros y estas experiencias adversas llevan a un trauma”, señaló.
Al profundizar más el tema, Lozano Suárez presentó algunos estudios terminales fundamentales mediante los cuales dio a conocer el cómo repercuten las experiencias adversas que tiene la persona a lo largo de su vida y que también repercuten en el sector educativo.
“En estos estudios se clasifican a las experiencias adversas de la infancia en tres tipos: de abuso tanto físico como emocional; experiencia de descuido; y condiciones desfavorables en el hogar. El estudio tuvo a 17 mil participantes y se investigó el número de experiencias adversas y las repercusiones en la edad adulta. Los resultados obtenidos fueron que el 25% de la población de 17 mil participantes reportó al menos 2 experiencias adversas y uno de los resultados más interesantes que se encontró es que cuando la persona tiene cuatro o más experiencias adversas tienen un mayor riesgo de presentar conductas de riesgo como sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo, abuso de sustancias, ausentismo laboral y también tiene mayor riesgo de padecer enfermedades mentales como depresión, intentos de suicidio y tener mayor probabilidad de enfrentar obesidad, diabetes, enfermedades del corazón, cáncer, enfermedades pulmonares e incluso enfermedades de huesos e hígado”.
En cuanto a las repercusiones que traen las experiencias adversas con comportamientos y padecimientos en la niñez y su relación con la educación, la académica UDLAP presentó un estudio realizado a la infancia en donde el resultado más destacado es que si el niño o la niña tiene tres o más experiencias adversas, va a ver casi cinco veces mayor la probabilidad de que tenga problemas con la asistencia a la escuela, va a ver seis veces mayor probabilidad de que tenga problemas de comportamiento y va a ver casi tres veces mayor probabilidad de que tenga problemas con la entrega de sus trabajo y tareas.
Finalmente, destacó que tomando en cuenta los estudios anteriores, “es necesario poner mucha atención en ellos, porque tal vez no es como uno se imagina de que el comportamiento de los estudiantes se debe a ciertas variables que tienen que ver con motivación, en el cómo yo esté dando las clases, es decir, circunstancias particulares que tienen que ver con lo pedagógico; sino que realmente hay una influencia de lo biológico de cómo han vivido en el pasado y en el comportamiento y en el cómo están en el momento presente”.