Derivado de la situación complicada de salud que se vive en todo el mundo, diversas familias mexicanas atraviesan por situaciones complicadas en lo económico, sobre todo por la pérdida del empleo y la reducción del consumo interno.
“En caso de quedarse sin empleo y tener créditos activos, (puede) acercarse con su institución financiera para aprovechar los esquemas de refinanciamiento y evitar la generación de intereses por incumplimiento. Revisar los apoyos gubernamentales respecto al pago de impuestos y derechos de acuerdo con su situación fiscal, (porque) cada contribuyente tiene sus propias y específicas obligaciones fiscales, por lo que debe asegurarse de que los apoyos disponibles apliquen a su caso particular”, afirmó el Dr. Einar Moreno Quezada, director académico del Departamento de Finanzas y Contaduría de la UDLAP.
Derivado de la situación complicada de salud que se vive en todo el mundo, diversas familias mexicanas atraviesan por situaciones complicadas en lo económico, sobre todo por la pérdida del empleo y la reducción del consumo interno.
Salones de belleza, restaurantes, ferreterías, abarroterías, recauderías, notan cada día una baja en el nivel de facturación; por lo tanto, se ven obligados a cerrar o provocar despidos, llevándolos a un círculo vicioso de decrecimiento. A este inconveniente se le deben añadir los azotes que dejan el alza de montos en productos, principalmente de la canasta básica.
Sin embargo, lejos de las creencias, los precios en una economía abierta se ajustan por leyes de oferta y demanda. Incluso, uno de los insumos que podría encarecer productos y servicios, el petróleo, hoy está en mínimos históricos.
“Los que incrementan los precios se encuentran aprovechando la coyuntura y probablemente del nivel de aversión al riesgo de los consumidores. El consumidor es bombardeado por cifras y riesgos que pueden llevarlo a no tomar decisiones racionales en su consumo, compras de pánico”, afirmó el Dr. Moreno Quezada.
Por lo anterior, el académico de la Universidad de las Américas Puebla da algunas medidas para mantener una salud financiera estable, para lo que resta de este periodo de aislamiento voluntario.
Primero: no superar el ingreso con el egreso, es decir, no gaste más de lo que gana; pese a que se crea que estar en casa representa un gasto mayor a lo presupuestado, más bien se fomenta un cambio en los patrones de consumo, que detonan procesos de relajación como la preparación de una botana o de una bebida refrescante. Segundo: si su empresa corre riesgo o ha perdido su empleo, diseñe alternativas que permitan maximizar la probabilidad de captar dinero; una alternativa son las ventas por mensajería y/o catálogo o el servicio a domicilio.
Tercero: revise los apoyos gubernamentales respecto al pago de impuestos. Cuarto: si se tienen créditos activos, hay que cumplir cada pago comprometido y no contratar nuevos créditos; en caso de tener un inconveniente hay que acercarse con su institución financiera para entablar un acuerdo de pago. “Los bancos están tratando de administrar sus carteras vencidas, comienzan planes de apoyo y refinanciamiento a todos sus clientes que lo requieran”, aseguró el Dr. Einar Moreno.