La enfermedad terminará o disminuirá de mane cuando toda la población en todo el mundo esté vacunada y eso todavía no pasa.
Nuevamente la posibilidad de que se presente la cuarta ola de contagios de COVID-19 en nuestro país, depende de la responsabilidad social de los ciudadanos, de que continúen con los protocolos de seguridad sanitaria que por cerca de dos años siguen vigentes.
La apertura a eventos sociales y culturales sin duda son actividades necesarias para cuidar la salud mental de las personas y reducir el hartazgo social que ha dejado la pandemia de salud en nuestro país, pero debemos preguntarnos a nivel personal si en realidad queremos exponernos y exponer a nuestros seres queridos al contagio del virus, manifestó María del Rosario Baños Lara, catedrática de la Facultad de Medicina de la UPAEP.
Subrayó que si bien la aplicación de las vacunas reduce el riesgo de enfermedad grave, hospitalización y de muerte, no reduce estos riegos a cero, puesto que aún nos podemos enfermar y contagiar a la gente con la que convivimos.
Agregó que la posibilidad de salir y convivir con otros, se convierte en una tentación que nos da satisfacción inmediata, pero el costo puede ser elevado.
Dijo que la recomendación para evitar una cuarta ola de contagios de Covid-19 es que la población entera tome conciencia del riesgo que implica la interacción con otros individuos aun cuando “ésos individuos estén vacunados”.
Por lo tanto, exhortó a las personas a valorar el riesgo que implica asistir a estos eventos, sean sociales o culturales, considerarlos de bajo riesgo si el número de personas es mínimo; si todos los asistentes están vacunados, si el evento se realiza en espacios abiertos, si se guardará la sana distancia y hacer efectivos los protocolos del cuidado de la salud y de esta manera contribuir como ciudadanos a reducir el número de contagios.
Agregó que con respecto a que el gobierno solicite que la gente que acuda a lugares públicos en donde haya un número considerable de personas, se presente el certificado de vacunación, puede ser una buena medida, porque de esta forma también las personas estarán contribuyendo para que el virus no esté circulando de manera masiva.
Acotó que es importante que el gobierno se ponga al corriente con la disposición de los certificados de vacunación, para que la gente lo pueda descargar de la plataforma digital.
Dijo que la enfermedad del COVID-19 se va a terminar o disminuir de manera considerable, cuando toda la población en todo el mundo esté vacunada y eso todavía no pasa, por lo tanto, la gente debe continuar con los protocolos de seguridad sanitaria.
Para conocer más al respecto, la Dra. María del Rocío Baños Lara, nos comparte la siguiente información de la Cuarta ola de COVID-19 en México, cuándo, cuántos casos y muertes, y qué hacer para evitarla.
Con 31 estados de la república en semáforo epidemiológico en verde [1], y con el 58% de la población mexicana que ha recibido la vacuna (49% con esquema completo y 9% con una sola dosis) [2], la gente percibe menos riesgo de contagio por COVID-19 y comienza a pensar en las celebraciones de fin de año.
Se ha especulado acerca de una posible cuarta ola de COVID-19 en nuestro país como resultado del incremento de esta actividad social, de la apertura de comercios sin restricción de aforo, y del invierno que está en puerta, pero ¿cuándo ocurrirá esta cuarta ola, y con qué consecuencias?
Es difícil predecir exactamente la fecha en la que una nueva ola de casos se presentará, se ha especulado que pudiera ser en enero del 2022. Sabemos que cada ola en México ha superado a la anterior en el número de casos: en la tercera ola, el máximo de casos nuevos diarios reportados fue de 25 mil, mientras que en la segunda fueron 20 mil, y en la primera 9 mil [1]. A pesar de que los casos se han incrementado en cada ola, el número de decesos no ha seguido el mismo patrón; las muertes se incrementaron de 800 en la primera ola a 1,400 en la segunda ola, pero disminuyeron a 700 en la tercera [1] (Figura 1). Si algo puede anticiparse considerando estos datos, es que aún cuando los casos se incrementen en la cuarta ola, la mortalidad por COVID-19 será seguramente menor.
En Europa, algunos países han registrado incremento de casos diarios y parece que entran a una nueva ola. Alemania por ejemplo, enfrenta un incremento de casos diarios (489 casos por millón de habitantes, al 18 de nov), sin embargo, es importante notar que en este país solo el 67% de los habitantes está completamente vacunado [2]. Austria reporta condiciones similares a las de Alemania, solo el 64% de las personas ha recibido esquemas completos de vacunación y hasta el 18 de noviembre registró 1,395 casos por millón de habitantes, por lo que el gobierno de este país ha decidido enviar a confinamiento a sus habitantes inicialmente por 10 días [2, 3].
Pero ¿México podría enfrentar otro confinamiento? Por razones económicas y por salud mental, probablemente no.
En un estudio realizado en México durante mayo y junio del año pasado, se analizaron 1,667 individuos con edad promedio de 34 años, encontrándose niveles normales de ansiedad y depresión, y alta resiliencia, pero alteración moderada del sueño [4]; estos resultados no suenan alarmantes, sin embargo, a más de 19 meses de epidemia, la salud mental en los mexicanos podría estar más afectada.
En este sentido, la apertura a eventos sociales y culturales, sin duda son actividades necesarias para cuidar la salud mental y reducir el hartazgo que ha dejado la epidemia en nuestro país, pero debemos preguntarnos a nivel personal si en realidad queremos exponernos y exponer a nuestros seres queridos al contagio de COVID-19. Si bien la aplicación de la vacuna reduce el riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte, no reduce el riesgo a cero, aún podemos enfermar y contagiar a la gente con quien convivimos.
La posibilidad de salir y compartir con otros se coinvierte en una tentación que nos da satisfacción inmediata pero el costo puede ser elevado. La recomendación para evitar una cuarta ola de casos es que la población entera tome conciencia del riesgo que implica la interacción con otras personas aún estén vacunadas; como individuos debemos valorar el riesgo que representa asistir a eventos sociales, o culturales, se debe considerar como bajo riesgo si:
· Todos los asistentes están vacunados
· El número de personas que asistirán es bajo
· El evento ocurrirá en un espacio abierto
· Se guardará la sana distancia
· Se procurará agua y jabón para lavarse las manos constantemente, y si habrá alcohol en gel disponible.
· Si se solicitará el uso de cubrebocas la mayor parte del tiempo, y preferentemente protección ocular.
Si el resultado de esta valoración es favorecedor, podemos asistir, de esta manera el riesgo de contagiar y contagiarnos es bajo y contribuiremos como individuos a que no se genere la cuarta ola de COVID19 en México.