Vigilantismo en América Latina es el libro que enmarca la justicia por propia mano como una de las consecuencias de la cultura de la agresión en la sociedad actual. “Este libro nos sitúa delante de la violencia y los desafíos que esta conlleva para la seguridad pública desde otra perspectiva, la de las apropiaciones comunitarias de la seguridad”, dijo Roberto Alonso Muñozcoordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la IBERO Pueblaen la presentación de este texto.

La investigación analiza el vigilantismo en seis países latinoamericanos —Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú y México— desde 18 miradas distintas coordinadas por Loreto Quiroz Rojas, de la Universidad de Santiago. Algunos de ellos estuvieron presentes en el evento: Leandro Gamallo, de la Universidad de Buenos Aires, y Antonio Fuentes Díaz, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

El académico Gabriel Mendoza Zárate, de la Universidad, definió el vigilantismo como “grupos o individuos que hacen uso de la fuerza física o de la amenaza hacia personas u objetos, con la finalidad de prevenir, expresar represalias, castigar conductas consideradas lesivas o contener situaciones peligrosas, ya sea de manera extralegal o ilegal”.

“¿Cómo se recuperan espacios públicos para que esos lazos se reconstituyan?, y, ¿cómo el Estado también interviene la recuperación de esos tejidos en lo que se conoce como la prevención comunitaria de las violencias?”: Leandro Gamallo

Sin embargo, el catedrático de la Universidad Jesuita, Tadeo Luna de la Mora, reconoció que en el libro se aborda la violencia punitiva como una variante importante para la revisión estos fenómenos. Esto debido a que existen zonas grises en el actuar colectivo de las comunidades ante eventos que sienten que los vulneran.

“Plantea, digamos, la problemática de utilizar una retórica de ‘ellos contra nosotros’, o lo que otros autores proponen como ‘el otro’ como una figura de temor, donde plantea, en términos generales, lo problemático de confundir venganza con justicia”. Para el académico, esta es la gran encrucijada del vigilantismo.

Justicia por propia mano otra reformulación del Estado

Acciones como los linchamientos, las policías comunitarias o las brigadas de vecinos vigilantes suelen ser expresiones hechas desde un ímpetu de obtener justicia por medio del castigo, que igualmente proviene de un trasfondo histórico y social que ve sus consecuencias en actos de violencia física contra personas que hacen algún daño en las comunidades.

Así, el coordinador de este libro, Antonio Fuentes Díaz, expuso que los resultados de las investigaciones realizadas para este documento arrojaron que el vigilantismo es otra reformulación del Estado como ente que ejerce control y punitivismo sobre la sociedad.

“Estas formas de interpretar al Estado tienen que ser superadas por las dinámicas de las organizaciones sociales, de los grupos y sus prácticas colectivas. Realmente, el Estado no falla, sino que toma formas diferentes de expresión y de organización”, dijo el investigador, quien alegó a esta reformulación como una vía que hace posibles estos actos a pesar de su ilegalidad.

Así, el vigilantismo se constituye como una vinculación entre lo público y lo privado, lo ilegal y lo formal, lo aceptable y lo criminal. Es otra forma de gobernabilidad que surge, dependiendo de la latitud del continente en donde se ejecute, de un hartazgo y una noción abstracta de la justicia como herramienta de castigo.

Leandro Gamallo, por su parte, explicó la complejidad de teorizar el vigilantismo desde distintas partes de América Latina, pues tuvo que ser llevado desde todas las metodologías posibles para conseguir una mirada amplia y profunda de este fenómeno en la región.

“Es muy valioso cómo involucrarnos en una perspectiva de la reconstrucción de los tejidos sociales, cómo construir fuerzas de seguridad de proximidad que recuperen esta confianza en las comunidades para que, efectivamente, no se reproduzcan estas violencias que lesionan los derechos humanos”, concluyó el investigador.

Síguenos en @urbano_noticias

Por Redaccion

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *