El acceso a la información pública es un derecho fundamental para las y los mexicanos, contenido en el artículo 6º constitucional. Bajo esta encomienda, el periodismo mexicano ha generado piezas informativas de alto valor social, que han destapado grandes estafas multimillonarias, empresas fantasmas, y otras marañas que han intentado escapar de la ley.
En este sentido, la labor periodística se convierte “en una grandísima herramienta para el combate a la corrupción”, dijo el Dr. Jorge Alberto Alatorre Flores, presidente del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, en la quinta y última sesión de la Cátedra Universitaria: Derecho a saber y periodismo como herramientas anticorrupción. Dicho foro fue coorganizado por el Departamento de Humanidades de la IBERO Puebla.
En este foro, el Dr. Alatorre expuso la importante labor que tiene hoy el periodismo, pues hace que la transparencia sea una herramienta más accesible, funcional y poderosa para la ciudadanía. La transparencia no puede acabar con la corrupción por sí sola, menos en México, donde existe la paradoja de tener una gran cantidad de leyes para el acceso a la información, pero persisten los actos de opacidad.
Aunado a ello, la normalización de este fenómeno es uno de los mayores obstáculos para la transparencia, lo que no es un fallo del periodismo, sino una consecuencia de la problemática en sí. El comisionado explicó que la saturación de estos casos ha llevado a desactivar la exigencia ciudadana, lo que él describió como “transparencia sin consecuencia”.
“En un mercado donde todos tienen la reputación dañada, ya no es tan grave o tan oneroso perderla. Y si hay una impunidad tal, podemos saber que hay un político que es corrupto, que se le existen todas las causas y elementos para poder vincularlo y condenarlo, pero el sistema falló en hacerlo”. Para el ponente, el periodismo subsana de alguna forma ese fallo del Estado.
Diversos periodistas han denunciado el alto riesgo físico que existe detrás de una cobertura de casos de corrupción. La exposición constante, las amenazas, la precariedad laboral y el juicio social, han convertido al periodismo en “casi un llamado misionero”, en palabras del Dr. Alatorre.
Este panorama exige una acción ciudadana activa, por lo que el experto instó al auditorio a ser buenos contribuyentes, votantes, consumidores y suscriptores de periodismo. “La labor que hacen los periodistas día con día creo que no se reconoce lo suficiente, y es hora de que los ciudadanos comprendamos que, si nos quedamos sin periodistas en nuestro país, el riesgo de que la verdad se erosione y se cuestione va a ser inmenso e impagable”.
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