Autoridades del estado de Puebla reportan la pérdida de 10,000 hectáreas de bosques en lo que va del año debido a incendios.
Contrario a lo que proyecta la agenda mediática, la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del virus SARS-COV-2 no ha representado un alivio en materia de medio ambiente.
Si bien se ha registrado un mejoramiento en la calidad del aire en diferentes ciudades del planeta, los incendios forestales prevalecen como una problemática que se agrava durante la época de calor.
Con este escenario a cuestas, y bajo la conmemoración del Día Internacional del Medio Ambiente, el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xavier Gorostiaga, S.J. (IIMA) de la IBERO Puebla celebró el foro Prevención y Manejo de Incendios Forestales en Puebla.
Dicho evento reunió a diferentes actores interesados en realizar acciones de prevención, manejo y restauración de los bosques que están en riesgo o han sufrido incendios. Durante las sesiones inaugurales y de contextualización, las y los asistentes recordaron que los incendios forestales son fenómenos naturales muy antiguos que solían ser producto de la actividad volcánica. Hoy en día, no obstante, son provocados por el ser humano, ya sea de manera accidental o intencional.
En México, estos tienen su origen en prácticas tradicionales agrícolas conocidas como roza, tumba y quema, las cuales sirven para preparar el terreno para el cultivo.
A estas prácticas se suman la incineración de basura y las fogatas. Esto, en combinación con las prolongadas sequías, altas temperaturas y la ausencia de brechas cortafuego resultan en grandes áreas devastadas.
Luego de diversas ponencias y mesas de trabajo, se concluyó que es necesario el acompañamiento de las y los investigadores expertos en la ecología del fuego y restauración de los bosques. Con la asesoría de estos actores se podrá desarrollar actividades de prevención y manejo de los incendios forestales, así como acciones de restauración de los bosques afectados en Puebla.
Se evocó el caso del estado de Michoacán como un escenario en el que se ha aplicado con éxito el conocimiento en torno a la ecología del fuego y la restauración de los bosques, representando un objetivo primordial a replicar en Puebla y el resto de los estados de la República.
La suma de esfuerzos y experiencias derivó en cinco acuerdos primordiales: Conformar el Comité Estatal de Manejo del Fuego para empezar a hacer acciones coordinadas para la prevención y el manejo del fuego en la entidad, cuyo funcionamiento óptimo en temporada de incendios es crucial.
A través de la Comisión Federal Forestal (CONAFOR), ofrecer capacitaciones teórico-prácticas a las personas trabajadoras de los medios informativos con el fin de que actúen como aliados en la difusión de la información sobre la prevención y manejo de los incendios forestales en Puebla.
De igual manera, capacitar a las brigadas del estado para que puedan llevar a cabo quemas prescritas. Realizar cursos de capacitación para la realización de quemas prescritas como mecanismos de prevención de incendios, así como actividades de restauración ecológica de bosques, mismos que serán ofrecidos por la CONAFOR, junto con la Secretaría del Medio Ambiente Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (SMADSOT) del estado, la IBERO Puebla y la UNAM Campus Morelia Reactivar la discusión de la normatividad en materia forestal a nivel estatal de manera que se establezcan sanciones a quien provoque incendios forestales.
Con la finalidad de que la ciudadanía contribuya en el cuidado de los bosques, proponer que se integre a la legislación Bonificaciones Ambientales de las ciudades a las comunidades que protegen los bosques mediante un porcentaje del pago del servicio de agua potable y de la verificación vehicular.
Este evento fue inicialmente convocado por el Dr. Lorenzo Pérez Arenas, coordinador del Parlamento Comunitario de los Derechos de la Naturaleza, y por el Ing. Rolando Montero León, representante legal de la Comisión Nacional Forestal en Puebla, así como el Dr. Romeo A. Saldaña Vázquez de la IBERO Puebla.
De igual manera, se contó con el apoyo del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla y la participación de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial del Estado de Puebla, y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.