Las propuestas audiovisuales con técnicas disruptivas permiten acercar a diversos públicos a problemáticas sociales complejas. 

Una familia espera a las afueras del aeropuerto. “¡Taxi!”. A su llegada al hotel, el recepcionista extiende un mapa con zonas estratégicas en el paradisiaco puerto acapulqueño. El jefe de familia se regocija maliciosamente y extiende una propina. Al caer la noche, el paseo por el malecón devela las intenciones del viaje. La diversión se acaba cuando los niños juegan los juegos de los adultos.

En menos de dos minutos, el cortometraje animado KIDS trae a primer plano un tema tabú y azota al espectador con la crudeza de su cotidianidad. Porque así se suscitan los crímenes silenciosos: de manera sistemática, rapaz y con consecuencias que marcan de por vida a las víctimas.

La prostitución infantil está presente en el día a día. A veces, su presencia es tan flagrante y descarada que, paradójicamente, es invisible. Para Sebastián Castillo, egresado de la Licenciatura en Diseño de Interacción y Animación de la IBERO Puebla, obviamos este tema por incomodidad y por la impotencia que genera la inacción.

El director y guionista del proyecto tuvo el primer acercamiento con la temática en una de las asignaturas correspondientes al Área de Reflexión Universitaria (ARU), eje insignia de la formación jesuita. El proceso de sensibilización que experimentó lo llevó a conectar sus reflexiones con la convocatoria lanzada por la organización Impunidad Cero para realizadores audiovisuales.

En cuestión de dos meses, Sebastián y Daniela Leal, también egresada de Diseño, conformaron un equipo de trabajo para crear KIDS. En un inicio, se contempló a ocho de sus amigos de la carrera. Debido a los compromisos de cada uno, el equipo se extendió a 25 personas que colaboraron de manera voluntaria, entre los que se encontraban artistas y diseñadores de Estados Unidos.

Como productora del proyecto, Daniela reclutó y coordinó a los talentos. Si bien la preproducción tuvo complicaciones derivadas del trabajo a distancia, las etapas subsecuentes se vieron beneficiadas de este contexto. Explica la diseñadora: “Recurrimos a grupos como Rise Up Animation y a la Industria de la Animación en México para lanzar la convocatoria y conseguir el apoyo de varios voluntarios”.

La capacidad emprendedora motivada por el compromiso social fue ampliamente reconocida desde la IBERO Puebla. El Mtro. Manuel Siordia, coordinador del programa académico en cuestión, valora que el proceso formativo de la licenciatura impacte en la autonomía de los jóvenes profesionistas.

Tras concluir el audiovisual, Sebastián reconoció el impacto emocional de la temática: “cuando realicé el primer ensamble se me destrozó el corazón. Le hablé a Daniela y le dije ‘creo que tenemos algo muy bueno entre manos’”. Este impacto lo adjudica, entre otras cosas, a la técnica: la animación logra hacer que todos los elementos se concatenen para generar empatía en el espectador.

“Cuando se empata la animación con el diseño surgen este tipo de propuestas, donde se parte de un proceso de investigación con resultados dirigidos a la atención de necesidades específicas”: Mtro. Manuel Siordia.

Siempre a la sombra de la imagen real (o live action), la animación es vista como un género infantilizado acotado a entretener. Para Daniela Leal, es tiempo de romper con el estigma y comenzar a apreciar la técnica como una forma de exposición a través de la metáfora visual. “Cada decisión artística que se toma dentro de una animación representa una forma de expresar una problemática”.

Programas animados como Bojack Horseman y cortometrajes como El desfile de los ausentes dan cuenta del potencial de las figuras retóricas visuales en el abordaje de temas complejos, tal como hace KIDS. Manuel Siordia observa que el diferenciador se encuentra en la metodología, la cual, en la IBERO Puebla, consiste en utilizar el diseño como un medio para la resolución de problemas.

Sebastián y Daniela concluyeron sus estudios universitarios desde el confinamiento. Aun así, han comenzado a explotar las habilidades y conocimientos adquiridos durante sus años de formación. Para ella, fue fundamental aprender a gestionar proyectos audiovisuales; para él, la capacidad de desarrollar una narrativa que resultara amena sin perder el impacto social.

Los realizadores se suman a una serie de testimonios de alumnos de Diseño de Interacción y Animación de la IBERO Puebla que han recibido distinciones nacionales e internacionales por parte de instancias como Diseña MX y la UNESCO. “En todas las materias insistimos para que siempre haya un componente de conciencia social que encamine la formación de personas integrales”, insiste el coordinador Siordia.

Si bien el proyecto no fue seleccionado por la convocatoria a la que atendió en un principio, los autores han buscado difundirlo por todos los medios a su alcance y más allá. El fin último es contribuir a verbalizar la violencia silente que viven miles de niñas y niños todos los días. “Todos debemos poner un poco de nosotros para que la sociedad camine hacia un lugar mejor”, concluye Sebastián.

El cortometraje KIDS fue publicado recientemente en el portal Think Shorts, donde comparte espacio virtual con otros productos audiovisuales con pertinencia social. Al mismo tiempo, se encuentra en proceso de revisión y aprobación para contender en siete festivales de cine.

El cortometraje animado KIDS se encuentra disponible en la siguiente liga:

https://thinkshorts.com/16910/kids?fbclid=IwAR3j8xF1oj6UU_XM2JT1xg00eiCnZbSJcsQJ_wRPSkBeS3qVcXd3c048Glk

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