Las amenazas a las que estamos expuestos en nuestra seguridad digital van en aumento.

La seguridad digital en tiempos de confinamiento no es un tema aislado, por más que nos sintamos seguros al estar inmersos en nuestro espacio, en familia y casa. Con un clic, estamos entregando acceso a nuestras preferencias de compra, de consumo, afinidad política, datos personales, preferencias de entretenimiento, registro facial, biométrico, datos de ubicación, entre otros.

Las amenazas a las que estamos expuestos en nuestra seguridad digital van en aumento. México es el segundo país más afectado por el cibercrimen en América Latina y el número 13 a nivel mundial, se registran hasta 45 ataques por segundo, de acuerdo a datos de Kaspersky Labs.

Los riesgos en la información que poseemos son tan diversos que pueden ser explotados, comercializados, analizados y monetizados por cualquier “app” inofensiva a primera vista, como el caso de FaceAPP, famosa por “cambiar de sexo” a partir de una fotografía, el pasado junio estuvo en controversia por haber entregado información de datos de ubicación, archivos de registro, datos de identificación del dispositivo, entre otros, a empresas afiliadas de la aplicación.

Una cuenta de correo electrónico, dependiendo del perfil de usuario, puede costar desde 0.7 hasta 1.2 dólares, según lo afirma LogDog en su informe Hot Commodity: How the Dark Web Is Selling Our Online Accounts. Si esto lo multiplicamos por cada usuario de la base de datos robada a una empresa, resulta ser muy lucrativo para los cibercriminales.

Las amenazas son variadas, por ejemplo, en un correo extraño, una liga interesante, wifi gratis o un trending topic. Podemos hacerle frente verificando la dirección del remitente cuando nos llega un correo, antes de compartir una noticia valida la fuente y asegúrate que sea un medio de comunicación oficial, al hacer alguna transacción bancaria evita conexiones wifi-públicas o equipos de cómputo públicos y comprueba que la dirección de tu banco tenga el protocolo HTTPS al inicio de su dirección web, no utilices una sola contraseña para todos tus servicio y procura que sea una combinación de símbolos, números, mayúsculas y minúsculas, realiza respaldos periódicamente de tu información en la nube, verifica la confirmación de seguridad de tus perfiles en redes sociales, cambia la contraseña de tu módem en casa al menos cada 6 meses, adquiere un software antivirus y mantenlo actualizado,

Hoy con el confinamiento estamos mucho más tiempo en casa, en ocasiones con más momentos de ocio, por lo que las amenazas se incrementan. Las nuevas dinámicas económicas y sociales nos obligan a ser resilientes, a transformarnos tecnológicamente, apostando a nuevas plataformas de comunicación y colaboración.

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