La situación en México respecto a la movilidad social está relacionada con la hacienda pública, los impuestos y las acciones que toma el Estado. 7 de cada 10 mexicanos nacen pobres, y permanecen pobres el resto de su vida: CONEVAL.

El Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana Puebla, que encabeza el maestro Juan Luis Hernández Avendaño, presentó el libro El México del 2018: Movilidad social para el bienestar.

Obra elaborada por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). La finalidad de este estudio, más que obra literaria, pretende demostrar con cifras la realidad que vive la economía de nuestro país, los problemas que ha enfrentado en los últimos 25 años y lo que se podría hacer dentro del siguiente sexenio dado que las condiciones e ideología del gobierno entrante se orientan a reducir la desigualdad en México.

Ante un auditorio en su mayoría compuesto por alumnos de la IBERO Puebla, el encargado de mostrar el contenido fue Roberto Vélez Grajales, director del CEEY, quien durante su participación mostró los ejes bajo los que se sustenta la investigación.

Como dato sobresaliente, el estudio del CEEY arroja que en la actualidad el origen socioeconómico de las personas determinará en gran medida su futuro; si alguien nace en el seno de una familia humilde, es muy probable que permanezca así, sin posibilidades de progreso.

Por otra parte, el investigador del CEEY argumentó que de 1992 a la fecha la cantidad que percibe una persona con ingresos altos, en nuestro país, es 12.4% mayor a lo que recibe alguien que pertenece al sector más bajo o peor remunerado. En cuanto a los programas de asistencia social (como PROSPERA), el maestro Vélez Grajales consideró que estos solamente han servido para mantener controlada la pobreza y no para generar un cambio significativo para la sociedad mexicana.

Finalmente, el especialista señaló que lo que propone el estudio es encontrar los caminos para poder garantizar la protección social universal, una educación de calidad, mayor flexibilidad laboral con seguridad e inclusión financiera (reducción del empleo informal).  Así como lograr una prosperidad compartida que permita ir cortando la inequidad bajo la cual vive la mayoría de los mexicanos, de poderlo ejecutar se estaría logrando poner los cimientos de una sociedad más justa, equitativa y cohesionada.

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