De las 9 mil 970 criptomonedas que están en el mercado, se pueden encontrar el Bitcoin, el Ethereum, Tether, USCoin y el Binance Coin
Ha sido motivo de estudio y análisis la compra de las criptomonedas, sobretodo como un elemento de inversión, además de que su importancia es evidente actualmente en la capitalización de mercado total de estos productos financieros que de acuerdo a datos del día de ayer, -jueves 4 de agosto- es de 1.06 trillones de dólares y se encuentran en circulación alrededor de 9 mil 970 criptomonedas, señaló Anselmo Salvador Chávez Capó, catedrático de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la UPAEP.
El académico manifestó que al respecto hay criterios encontrados, las personas que están a favor de las criptomonedas hablan de su buena rentabilidad en el tiempo que tienen presencia en el mercado, y la consideran como una buena opción de inversión, eventualmente para cubrir el fenómeno económico como la inflación.
Agregó, por otra parte, están las personas que señalan el enorme riesgo que representa su volatilidad, así como la falta de respaldo de una entidad que responda ante las transacciones.
Al referirse al origen y manejo de las criptomonedas y de acuerdo con la CONDUSEF (2022) para poder definirlas hay que remontarse a la idea original sobre este tipo de criptomonedas que fue el Bitcoin. De acuerdo con el whitepaper o libro blanco de esta criptomoneda, su creador (anónimo), Satoshi Nakamoto la definió como dinero electrónico que permitiría hacer pagos en línea para ser enviados directamente de una parte a otra sin pasar por una institución financiera.
Agregó que de acuerdo con Santander (en este 2022, cuentan con diversas características diferenciadoras respecto a los sistemas tradicionales: no están reguladas ni controladas por ninguna institución y no requieren de intermediarios en las transacciones. Se usa una base de datos descentralizada, Blockchain o registro contable compartido, para el control de estas transacciones. Para poder negociarlas se requiere de un monedero digital o wallet la cual es en realidad, un software o aplicación donde es posible almacenar, enviar y recibir criptomonedas.
Dijo que lo cierto es que, a diferencia de un monedero de dinero físico, lo que realmente se almacena en los wallets o monederos digitales son las claves que nos dan la propiedad y derecho sobre las criptomonedas, y permiten operar con ellas. Dicho de otra forma, basta con conocer las claves para poder transferir las criptomonedas, y la pérdida o robo de las claves puede suponer la pérdida de las criptomonedas, sin posibilidad de recuperarlas.
Enfatizó que el valor de la criptomoneda está en función de la oferta y la demanda y del compromiso de los usuarios y este valor se forma en ausencia de mecanismos eficientes que impidan su manipulación como se presenta actualmente en el mercado.
Chávez Capó refirió que como ya se señaló anteriormente de las 9 mil 970 criptomonedas que están en el mercado, se pueden encontrar el Bitcoin, el Ethereum, Tether, USCoin y el Binance Coin, entre estas cinco se registra aproximadamente el 75% del valor de capitalización en todas las criptomonedas, y el valor actual de capitalización de esas 5 monedas es de aproximadamente 800 billones de dólares.
Subrayó que los riesgos en la inversión de este tipo de instrumentos son particularmente altos. Implican la alta volatilidad del mercado, la ausencia de empresas reguladas, la posibilidad de lavar dinero a través de actividades ilegales y pueden ser objeto de estafas y robos, se debe considerar que son altamente volátiles, intangibles y es un mercado que no está regulado, como ejemplo se pueden revisar los resultados obtenidos durante el presente año, el Bitcoin ha perdido el 52.51% y el Ethereum el 57.32%, mientras que Binance Coin retrocedió el 56.21%.
Apuntó que la inversión en este tipo de activos es cada vez más común entre los mexicanos, se estima que en México, 12% de la población adulta posee alguna criptomoneda, por lo que el país se ubica como la novena nación con la mayor tasa de posesión de estos instrumentos en todo el mundo, de acuerdo con un estudio de la firma de comparación de información Finder (Gutierrez, F, 2021).
Agregó que en México ha iniciado la implementación de cajeros automáticos en Tijuana que realizan operaciones con Bitcoin y otras monedas digitales de ahí que la CONDUSEF (2022) emitió un boletín para aclarar el uso de activos virtuales como forma de pago: El Bitcoin es un tipo de dinero digital de carácter informal que apareció en 2009 como una alternativa a las monedas fiduciarias como el dólar, euro y el yen, entre otras.
Refirió que puede ser utilizada para adquirir bienes y servicios, tanto reales como virtuales. Su valor depende del número de usuarios activos que la compren, así como de los comerciantes que la acepten como medio de pago.
Advirtió que este tipo de moneda virtual no está regulada por las autoridades financieras y todas las operaciones realizadas son irrevocables, por ello no existe forma de que los usuarios puedan reclamar, en caso que sospechen que son o han sido víctimas de un fraude o algún quebranto, por un cambio repentino y abrupto en su valor o por la suspensión en su cotización. Debido a que no es una moneda oficial, las autoridades no pueden responder por algún quebranto o cambio significativo en su valor e incluso en otros países, se ha señalado su uso en operaciones ilícitas, como fraude y lavado de dinero.
Por tal motivo, dijo que la CONDUSEF alerta que cualquier persona o comercio que utilice o acepte algún tipo de moneda virtual como forma de pago, lo hace bajo su propio riesgo y responsabilidad, ya que el uso de estos activos supone una elevada volatilidad y posibles pérdidas monetarias.
Expresó que el Bitcoin no es una moneda de curso legal; a su vez, las instituciones reguladas del sistema financiero mexicano no están autorizadas para usar ni efectuar operaciones con este tipo de medio de pago.
De igual forma, no existe ningún tipo de garantía o regulación que asegure que los consumidores o comercios que adquieran este tipo de activos puedan recuperar su dinero, concluyó el académico.
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