A menudo, consideramos a los árboles como meros elementos naturales que absorben contaminantes y nos proporcionan oxígeno. Sin embargo, con la expansión urbana descontrolada y la falta de planificación adecuada, hemos estado perdiendo estos espacios tan valiosos donde solían existir diversas especies de árbol que ayudaban a mitigar los efectos ambientales por e CO2.
Es fundamental recordar que cada árbol, dependiendo de su tipo, contribuye a mitigar la temperatura y reducir las temperaturas ambientales. Además, absorben contaminantes, como el dióxido de carbono (CO2), utilizando este gas en su proceso fotosintético, señaló Francisco Javier Sánchez Ruiz, profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP.
Sánchez Ruiz subrayó la importancia de los árboles al mencionar que cada árbol puede absorber entre 10 y 30 kilogramos de CO2 al año. Esto implica que se necesitarían aproximadamente entre 22 y 23 árboles para proporcionar el oxígeno requerido por una sola persona. Estos datos resaltan la relevancia de los árboles desde la perspectiva del medio ambiente y la calidad del aire.
También hizo hincapié en el impacto de los árboles en el paisaje urbano. Al tener zonas específicas enfocadas en ciertos tipos de árboles, se produce un cambio significativo en el entorno de la ciudad. Los árboles actúan como pulmones para las áreas urbanas y desempeñan un papel fundamental en la calidad de vida de los habitantes.
El académico citó un estudio realizado en Suiza hace dos años, que indicaba la necesidad de plantar 1.2 billones de árboles para reducir dos tercios del CO2 en la Tierra. Estos datos respaldan aún más la importancia de los árboles como agentes clave en la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, Sánchez Ruiz señaló que no todos los árboles son igualmente eficientes desde el punto de vista ecológico. Algunas especies tienen una capacidad mucho mayor para absorber CO2 que otras. Como ejemplo, mencionó el pino carrasco, una especie mediterránea que puede absorber hasta 50 toneladas de CO2 por año, alcanzando alturas de 12 a 14 metros. Estos árboles representan una oportunidad para maximizar la absorción de CO2 y reducir la contaminación atmosférica, ya que también tienen la capacidad de capturar material particulado en su superficie.
El cuidado de los árboles es otro aspecto crucial. Mientras que las campañas de reforestación pueden ser efectivas, es fundamental dar seguimiento al crecimiento y desarrollo de los árboles plantados. No basta con plantarlos y tomar fotografías como muestra de cumplimiento de que se están tomando acciones al respecto.
Sánchez Ruiz subraya que los árboles no solo son seres naturales que absorben contaminantes y generan oxígeno, sino que también desempeñan un papel fundamental en la mitigación de los efectos del cambio climático.
En su intervención, Ligia Catalina Muñoz Arenas, profesora de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP, destaca la importancia de cuidar y preservar los árboles en las ciudades, ya que forman parte de la infraestructura verde. A diferencia de las infraestructuras gris y azul (arquitectura e infraestructura hídrica), la infraestructura verde a menudo se descuida.
Sin embargo, los árboles proporcionan una serie de servicios beneficiosos, como mejorar las condiciones del suelo, aumentar la biodiversidad y actuar como barreras acústicas. Además, los bosques urbanos pueden disminuir la temperatura local en hasta 4 grados Celsius y mitigar las inundaciones al regular las escorrentías.
Ambos expertos coinciden en la importancia de la planificación adecuada, el cuidado continuo y el monitoreo de los árboles. El Dr. Sánchez Ruiz enfatiza que simplemente plantar árboles no es suficiente; se debe prestar atención a su crecimiento y asegurarse de que estén cumpliendo su función en la absorción de CO2. Muñoz Arenas destaca la necesidad de evaluar, planificar, mantener y preservar los árboles correctamente para garantizar su efectividad a largo plazo.
La importancia de los árboles en el medio ambiente y las ciudades es innegable. No solo brindan servicios ambientales vitales, como la absorción de CO2 y la mejora del clima local, sino que también contribuyen al bienestar de las personas y la calidad de vida en las ciudades. La concientización sobre la importancia de los árboles y el cuidado adecuado de ellos son aspectos fundamentales para asegurar un futuro sostenible y saludable tanto para nosotros como para las generaciones venideras.
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