En esta fábrica los diseños son propios aunque las telas y el material de relleno son importados.
El 14 de febrero, día del amor y la amistad, está cada vez más cerca y entre los regalos que continúan encabezando la lista de los más solicitados están los muñecos de peluche, los cuales triplican su producción en esta temporada debido a la demanda.
Sin embargo, este 2019 la tendencia entre este producto es el puerco cornio que puede medir entre 20 centímetros hasta dos metros y su costo oscila entre los 70 y los 500 pesos.
Pável Iván Ortiz Bustamante, uno de los dueños de Andy Toys, mencionó que aunque en esta ocasión se venden más los puerco cornio, aún se preserva la venta de osos.
“Depende mucho de lo que esté de moda. El año pasado era el unicornio en todas sus modalidades, uno anterior los osos y éste el puerco cornio, que lleva un cuerno de colores en la punta de la cabeza, es rosa o beige y con las patas de colores”, comentó.
La fábrica de muñecos de peluche, empresa familiar de Ortiz Bustamante, inició sus labores hace 33 años y está ubicada en el centro de Xonacatlán, Estado de México.
De acuerdo con Ortiz Bustamante, la creadora es mamá de tres.
Inicialmente aprendió corte y confección y después empezó a hacer muñecos para venderlos en tiendas y farmacias de dicho municipio.
Con el tiempo, los tres hijos se especializaron en diversas áreas de esta rama industrial, como la producción, logística de entrega y comercialización, además del diseño e importación, por lo que comenzaron a crecer hacia nuevos productos.
Distribución en todo México
Entre los artículos que iniciaron a elaborar están: Mascotas de empresas de telefonía celular y de programas de televisión, aunque también de equipos de béisbol nacionales son otras de sus creaciones; su mercancía es vendida en toda la República.
“Desde Tijuana hasta Cancún, en todos lados se conoce esta industria, que es una empresa familiar, ahora conducida por la segunda generación, pero que mantenemos el corazón en nuestra producción”, dijo.
En esta fábrica los diseños son propios aunque las telas y el material de relleno son importados, la mayoría de China, porque en México no han dado con un fabricante que llegue a la calidad que exige esta industria familiar.
Sin embargo, no todos los productos tienen el mismo acabado pues algunos compradores exigen telas de menor costo para venderlos más baratos.