El panorama de las ventas minoristas cambia con las nuevas necesidades del trabajador a distancia.
Antes de la pandemia, dijo Rebecca Rittenberg, una mujer de 28 años que trabaja en el área de ventas publicitarias de Google en Nueva York, una de las cosas que más le gustaba de ir a la oficina era “llegar con ropa profesional y a la moda”.
Un elegante par de pantalones, blusas coloridas o estampadas, sacos, faldas, vestidos, botas de tacón y zapatillas de diseñador formaban parte de su vestuario, que utilizaba para expresar su personalidad y estar a la altura de sus elegantes colegas del mundo de la publicidad.
Ahora, después de ocho meses de trabajar desde casa, y cuando Google ha dicho que los trabajadores no tendrán que volver a asistir en persona hasta el próximo verano, por lo menos, una gran parte de esa ropa ha sido donada y reemplazada. La nueva definición de Rittenberg de “ropa de trabajo” incluye chaquetas y ropa deportiva de cachemira, cintas para la cabeza y otras prendas acogedoras que forman parte de la categoría “saludable punto medio” entre las pijamas y los sacos.
“Vi las cosas que solía usar en la oficina todo el tiempo y pensé: ‘¿Cuándo voy a volver a tocar esto?’”, dijo. “Nuestra mentalidad ha cambiado un poco con esta pandemia y con el hecho de que todos hemos estado trabajando desde casa durante tanto tiempo. En cuanto estemos de vuelta en la oficina, lo cual creo que sucederá, parece que será un cambio bastante extremo volver a usar una chaqueta, una falda formal y tacones”.
Puesto que muchas mujeres profesionales han vivido un largo periodo de trabajo a distancia, sus nociones de la ropa de trabajo se han transformado, lo cual ha sacudido a los negocios que han buscado equiparlas para la oficina. La vestimenta de oficina estadounidense ya se enfrentaba a los efectos de la “casualización” —incluso Goldman Sachs relajó su código de vestimenta el año pasado— pero, a medida que la pandemia se prolonga, el cambio se acelera y puede que se quede para siempre.
Bloomingdale’s ha observado que los clientes buscan cada vez más cachemira, zapatos planos, pantalones con cintura elástica y otras prendas cómodas, mientras que marcas como Theory se han apresurado a añadir más ropa informal a sus líneas, dijo Denise Magid, una vicepresidenta ejecutiva de Bloomingdale’s que supervisa las prendas de vestir “prêt-à-porter”.
“Sin importar cuándo volverán las personas a la oficina, creo que la gente se ha sentido cómoda con lo que lleva puesto”, dijo Magid. “No creo que la gente quiera deshacerse de esa sensación de comodidad”.
El panorama de las ventas minoristas cambia con las nuevas necesidades del trabajador a distancia. Las quiebras de este año incluyeron a Brooks Brothers y al dueño de Ann Taylor y Loft. Rent the Runway cerró todas sus tiendas y eliminó su opción de suscripción ilimitada. En el último trimestre de Gap Inc., las ventas netas se dispararon un 15 por ciento en Old Navy y un 35 por ciento en Athleta, mientras que cayeron en picada un 34 por ciento en Banana Republic.
Gap nombró un nuevo director de Banana Republic la semana pasada y dijo durante una teleconferencia en la que se presentaron los resultados de la marca que había “trabajado arduamente para actualizar su surtido de productos” con el fin de satisfacer una era de trabajo remoto en la que se prefiere la ropa más informal en lugar de las prendas de vestir y los trajes a medida.
Las mujeres profesionales han sido durante mucho tiempo un mercado lucrativo. Los minoristas las ven como clientes que tienden a tener dinero para gastar y están dispuestas a pagar por prendas que les ayudarán a sentirse seguras en el lugar de trabajo, a adaptarse a estilos de vida ajetreados o a tener el aspecto adecuado para los días en los que tengan que pasar de la oficina a una cena. El atuendo suele ser solo de limpieza en seco, más rígido y estructurado que la ropa de fin de semana, y modesto en el escote y el dobladillo. Muchos de esos productos —y la manera en que se comercializan— han cambiado.
El otoño pasado, el sitio web y las redes sociales de Banana Republic mostraron coloridos tacones y modelos que llevaban “la esencia de Banana Republic con un toque moderno: acogedores tejidos gruesos y pana italiana, sacos a cuadros de doble botonadura y chaquetas de molesquín”. Esta temporada, su sitio incluye búsquedas de entrevistas virtuales y una sección de “ocio en el trabajo”, con suaves mallas de ponte, vestidos de suéter de cuello alto, calcetines con estampado de guepardo y “coatigans” (un híbrido entre una chaqueta y un suéter de punto).
Algunas mujeres parecen estar limpiando sus armarios de ropa de oficina a través de donaciones y reventas. The RealReal dijo que las consignaciones de vestidos de trabajo se duplicaron entre el 1 de agosto y el 15 de octubre comparado con el mismo periodo del año pasado, con excepción de los saltos significativos en los envíos de vestidos de cóctel y vestidos de noche. En Poshmark, las listas de chaquetas y trajes de chaqueta para mujeres de julio al 30 de septiembre aumentaron un 30 por ciento con respecto al año anterior, mientras que las listas de faldas lápiz para mujeres aumentaron un 32 por ciento.
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