Llega a la plataforma con diez nuevos episodios tras dos años de espera y una completa renovación de su reparto. 

Desde las elecciones en las que el laborista Harold Wilson se convirtió en primer ministro del Reino Unido en 1964 hasta la celebración de los 25 años del reinado de Isabel II en 1977. Ese es el periodo que abarca la tercera temporada de The crown, la serie de Netflix sobre el reinado de Isabel II, que hoy llega a la plataforma con diez nuevos episodios tras dos años de espera y una completa renovación de su reparto, con la excepción de John Lithgow, a quien volveremos a ver en la piel de Winston Churchill en sus últimos meses de vida (murió en enero de 1965).

El cambio de reparto obedece a que el creador de la serie, Peter Morgan (, considera que los actores pueden interpretar personajes diez años más jóvenes y diez años más viejos, pero no más. Al espectador no le costará mucho tiempo adaptarse a esas nuevas caras porque esta tercera entrega sigue contando con unas tramas brillantemente construidas y narradas, en las que se hilvanan con solvencia acontecimientos históricos con las vivencias internas de la familia real basadas en hechos reales pero obviamente recreadas por Peter Morgan y su equipo.

La ganadora de un Oscar por La favorita, Olivia Colman, es ahora la encargada de dar vida a Isabel II en sustitución de Claire Foy. La actriz, que siempre se ha definido como una mujer de izquierdas, reconoció durante la presentación de la temporada a los medios esta semana en Londres que ahora siente “más admiración” por el trabajo de la reina, a quien considera “un icono y una figura de estabilidad para el país”.

En la nueva entrega, Isabel II “ya se siente más segura” en su responsabilidad como reina, afirma Colman, y a veces incluso parece disfrutar con su trabajo. Vivirá momentos delicados como la tragedia de Aberfan (Gales), donde una escombrera de carbón se derrumbó y mató a 141 personas, la mayoría niños. La tardanza en visitar el lugar de la catástrofe (más de una semana) es algo de lo que aún hoy se arrepiente la monarca.

Y si una mujer de izquierdas da vida a la reina, un republicano encarna al príncipe Felipe, según reconoce el actor Tobias Menzies, que releva a Matt Smith. En esta entrega el duque de Edimburgo vivirá una crisis existencial en la que se plantea qué ha sido su vida: como piloto de avión experimentará extrañas sensaciones cuando contemple por televisión la llegada de Armstrong, Aldrin y Collins a la Luna en 1969. Menzies, como el resto del reparto, insiste en aclarar que The crown muestra la versión de la familia real de Peter Morgan y que nadie del equipo “quiere hacerlos sentir incómodos”.

Helena Bonham-Carter también aterriza en la serie para dar vida a la princesa Margarita, hasta ahora interpretada por Vanessa Kirby. La actriz conoció en la vida real a la hermana de Isabel II porque era amiga de su tío y coincidieron en fiestas: “Era muy divertida, inteligente, generosa y espontánea, aunque no tenía muchos amigos y siempre parecía sentirse sola”. Bonham-Carter, que confiesa que habló con una médium para preguntar a Margarita si le parecía bien que la interpretara, admite que The crown le ha permitido “entender los conflictos a los que se ha enfrentado la familia real”. En la nueva entrega, Margarita seguirá sufriendo por no compartir responsabilidades con su hermana y por el naufragio de su matrimonio con Antony Armstrong-Jones, ahora interpretado por Ben Daniels en lugar de Matthew Goode.

Los dos hijos mayores de la reina empiezan a adquirir mayor peso. El príncipe Carlos y la princesa Ana son interpretados por Josh O’Connor y Erin Doherty. Las diferencias entre Isabel II y su primogénito se vislumbrarán pronto en episodios como el de la coronación del príncipe de Gales, cuando él reivindica poder expresar sus sentimientos y mostrarse a la gente tal como es mientras que su madre le conmina a dedicar toda su energía a evitar que cualquier gesto o palabra le posicione porque la familia real no se lo puede permitir. O’Connor revela otro de los conflictos personales que vive el príncipe: “Él sabe que su rol en esta vida no empezará de verdad hasta que su madre muera, lo que le provoca cierta inquietud”.

Carlos contará siempre con el apoyo de su hermana Ana, la más moderna de la familia, que conduce su propio coche escuchando Starman de David Bowie por la radio. Erin Doherty se muestra entusiasmada de haber interpretado a Ana y dice haber disfrutado mucho con el vestuario que ha podido lucir: “Es fantástico”. Y como el resto del reparto, considera que la gran virtud de la serie es “acercarnos a unas personas de carne y hueso que sólo hemos visto antes a través de la pantalla y poder empatizar con ellas”.

Además, en la recta final de la temporada se iniciará la relación amorosa del príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles. O’Connor revela que el espectador conocerá “por qué ella no era muy apropiada para el cargo”: por su carácter independiente y por la relación intermitente que mantenía con Andrew Parker Bowles. La serie muestra un paralelismo entre esta historia y la que vivieron el duque de Windsor y Wallis Simpson, que en los nuevos episodios interpretan Derek Jacobi y Geraldine Chaplin.

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