El argumento trata sobre la campeona olímpica de los 400m en Sydney 2000 Catherine Astrid Salome Freeman.
Freeman, es la nueva película documental sobre la campeona olímpica de los 400m en Sydney 2000 Catherine Astrid Salome Freeman, mejor conocida como: Cathy Freeman.
Freeman es una película documental para la televisión australiana de poco menos de una hora de duración, que fue dirigida, producida y escrita por Laurence Billiet (fundadora de Lonely Planet Television). Ella se encarga de contar la historia de Cathy, una mujer de origen Kuku Yalanji (comunidad aborigen australiana) que representa la esencia de Australia. Es decir, desde una cultura ancestral asediada por las injusticias, hasta el logro de una medalla olímpica capaz de unir a una nación.
«Todos tienen una historia personal de lo que les sucedió cuando vieron la carrera: dónde estaban, qué hicieron. Quería capturar lo que la carrera fue para ella», dice Laurence Billiet en entrevista para The Sydney Morning Herald, quien en ese momento era una francesa recién llegada. «Debido a que han pasado 20 años y Catherine ha hablado bastante de ello, es fácil ser reiterativo; y a menudo los atletas también tienen esa costumbre. Por lo tanto, necesitábamos superar eso y aprovechar esta oportunidad para contar una historia más trascendental. Por ejemplo, hicimos una sesión en la que Catherine vio otra vez la carrera, acostada en un sofá con los ojos cerrados. Fue increíble. Podía ver todo, paso a paso. En el momento en que entró en modalidad de carrera, su voz cambió y se convirtió en una máquina, en esta persona completamente diferente. Fue electrizante. Te das cuenta de la gran campeona que es».
Para amplificar la voz de Freeman en la película, nunca se la ve hablando a la cámara. En cambio, Billiet utilizó grabaciones de audio para acompañar imágenes evocadoras en las que Freeman observa pasajes de su infancia y carrera. También se muestra a la bailarina de Bangarra, Lillian Banks interpretando secuencias de Stephen Page, coreógrafo del capítulo “Dreamtime” de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Sydney. Por lo tanto, este documental es más que la historia de una mujer aborigen que supo superarse para ganar una medalla de oro en los Juego Olímpicos. Esta es la historia de un movimiento de una nación en búsqueda de una identidad.
Destaca también el camino y el contexto hacia la medalla de oro, uno marcado por el activismo, la búsqueda de justicia para los pueblos originarios, el movimiento de reconciliación y la incapacidad de un país por reconocer sus errores hacia los primeros habitantes de Australia.
Con referencia a lo anterior, el documental no se enfoca tanto en la temática político, pero esto no quiere decir que quede de lado. Tópicos como La Generación Perdida, el desplazamiento y encarcelamiento de aborígenes, la discriminación hacia los aborígenes veteranos de guerra y el racismo en el deporte tienen su espacio dentro de esta película.
De igual manera este documental captura las reflexiones sobre la vida de una deportista en la búsqueda de un sueño, un sueño que era poco común en la historia del atletismo australiano. También aborda la historia de sus ancestros y de su familia, un núcleo resiliente, que se convirtió en la base para construir los sueños de una joven Cathy Freeman.
Finalmente, Cathy Freeman es más que una atleta con un pasado deportivo glorioso, ya que ella continúa su labor comunitaria, desarrollando nuevas oportunidades para la niñez y la juventud aborigen a través de la Cathy Freeman Foundation. Organización que se enfoca en fomentar la educación como catalizador del progreso en niños y jóvenes.