Desde la vinculación histórica del cine mexicano y ruso los invitados compartieron su experiencia y episodios memorables.
El miércoles 22 de septiembre se realizó el evento inaugural de la Segunda edición de RFF Russian Film Festival en México, “Una mirada el cine ruso”, Una mesa de diálogo realizada en las instalaciones de Cine Tonalá.
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Estuvo presente el reconocido cineasta y escritor de origen mexicano-ruso Sergio Olhovich, acompañado de su hija Tania Olhovich , consagrada actriz, directora de casting y coach actoral. La moderación estuvo a cargo del crítico de cine y periodista Sergio .Huidobro
Desde la vinculación histórica del cine mexicano y ruso los invitados nos compartieron su experiencia y episodios memorables.
Sergio nos dio un recorrido por la historia del cine ruso que es uno de los más antiguos del mundo, el cual comenzó al unísono con la creación de la cámara cinematográfica de los hermanos Lumibere. En su paso como estudiante en el Instituto Estatal de Cinematografía de la Unión Soviética en la década de los 60`s época en la cual se crearon grandes películas que heredaron las tradiciones del cine de la revolución de directores como Sergéi Eisenstein, se relacionó con grandes cineastas de este país como Andréi Konchalovsky, Nikita Mikhalkov , Sergéi Bondarchuk y Andréi Tarkovsky, a quien recuerda como alguien tímido, triste y callado.
Por su parte Tania llegó a Moscú a estudiar en el año 1989 al Instituto Estatal de Cinematografía de Moscú la especialidad de actriz de teatro y cine, en plena Perestroika, presenciando la depresión de la sociedad. Tuvo como maestro a Alekséi Batálov con quien se siente agradecida ya que la dirigió en una versión especial de Hamlet y le enseñó disciplina, ética y amor al arte.
Nos comentan de su grata sorpresa al ver las películas de la muestra, las consideran de un gran nivel, en especial “Odessa” que logra resumir una mezcla de expresión actoral con base de teatro y cine, “b” por su relación con el movimiento feminista y de la protagonista que logra romper con su entorno nocivo dentro de la mafia y por último el documental “Stanislavsky, sed de vida” quien creó un método revolucionario de actuación dando cabida a la libertad de creación de los intérpretes, tomando su guía solo como una base.