La música es parte de la vida cotidiana de todos, y muestra de esto fue el concierto “Eco Sinfónico” de la Orquesta Symphonia, equipo representativo cultural de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) que presentó un repertorio de piezas musicales clásicas y contemporáneas que a lo largo de nuestras vidas nos han acompañado; desde películas, series o diversas producciones, estas canciones que conformaron el programa resultaron familiares a los odios de todos los asistentes.
El concierto realizado en el Auditorio Guillermo y Sofía Jenkins de la UDLAP, estuvo dividido en dos partes. El primer bloque inició con la obertura “Poeta y campesino” de Franz von Suppé; asimismo, se interpretaron dos selecciones de la suite “El lago de los cisnes” del compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski; la brillante obra “Zardas para violín y orquesta” de Vittorio Monti y el “Vals sobre las olas” de Juventino Rosas, en versión orquesta de Manuel Enríquez.
En la segunda parte, se presentó una de las obras más icónicas del concierto: “La danza macabra” de Camille Saint-Säens, un poema sinfónico que recrea la antigua superstición de la danza de la muerte donde se describe a la muerte tocando el violín a medianoche, varios esqueletos bailando alrededor de las tumbas con motivos rítmicos que se repiten constantemente, y finalmente el oboe recreando el cantar de un gallo al amanecer. Cabe resaltar que esta obra contó con la participación especial de Gahel Quintana, violinista concertino y estudiante de la Licenciatura en Música.
Posteriormente, la Orquesta Symphonia continuó con las interpretaciones de “Howl´s Moving Castle” de Joe Hisaishi con arreglo de la egresada UDLAP Karolina Herrera; y finalmente cerró con dos movimientos de la Suite Núm. 1 Peer Gynt de Edvard Grieg. Al concluir la muestra artística, Armando León, director de la orquesta, compartió su alegría por presentar este coctel musical que remontó al público a diversos momentos ya que han sido parte de la vida de muchos; “esta música al día de hoy nos sigue haciendo eco”, afirmó.
Como ejemplo de lo mencionado por el director de la orquesta, piezas como Howl´s Moving Castle son reconocidas por muchos ya que, en este caso, esta obra es parte de la banda sonora de una película de los estudios Ghibli, mientras que la música de Chaikovski es reconocida porque ha estado en diversas producciones cinematográficas como Ana Karenina, El cisne negro, La momia y videojuegos como Final Fantasy II, por mencionar algunos.
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