La calidad de vida  de María Fernanda mejoró y puede trabajar sin ningún inconveniente de salud, hacer ejercicio, entre otras actividades.

Antes de invadir la pandemia por COVID-19 al estado de Puebla y suspenderse los servicios de Tercer Nivel de Atención por motivos de reconversión, María Fernanda fue de las últimas afortunadas del año 2020 en recibir un trasplante de riñón, gracias al amor incondicional de su hermana menor que decidió compartir parte de ella para devolver las ganas de vivir y con el equipo de trasplantes de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades “San José” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS ) la cirugía fue un éxito.

A sus 25 años de edad le detectaron insuficiencia renal crónica, la vida de María Fernanda cambió radicalmente, las actividades que tenía ya no las podía realizar, sentía que el mundo se le venía abajo, perdió su vida laboral, social y familiar. “Estos tratamientos te mantienen viva, pero no es calidad”, expresó la paciente.

Después de pasar cuatro años de prediálisis con varios medicamentos, ocho meses con diálisis peritoneal y someterse a estudios de compatibilidad de riñón con Miriam, su hermana menor, por fin llegó el momento de ser trasplantada. En febrero del año 2020 su vida dio a María Fernanda un giro de 180 grados acompañada de felicidad y buenas noticias.

Su calidad de vida mejoró y puede trabajar sin ningún inconveniente de salud, hacer ejercicio, entre otras actividades.

“Todos los médicos del IMSS son unos ángeles para mí, creyeron en mí y transformaron mi vida. A cada uno de los doctores les diría: muchísimas gracias porque el cambio de vida lo veo y me siento muy bien”, afirmó.

Por su parte Miriam, la hermana menor de Fernanda, dijo que el motivo principal para que ella fuera la donadora es el amor que le tiene a su hermana, ella vivió el proceso de la enfermedad crónica renal que es muy complejo y desgastante, tanto para la familia como para su hermana. No se sentía bien verla así, consumirse en vida y cuando supo que había esa posibilidad no lo dudó.

Los estudios de compatibilidad fueron benéficos para ambas y por ello, después de un año el trasplante sigue siendo un éxito y ambas se sienten muy bien.

Los donadores tienen que pasar por un proceso de estudios para verificar que el pronóstico de vida sea bueno y tendrán la misma calidad de vida.

“Cuando nos dijeron que era apta me sentí muy emocionada, era compartir la misma vida con mi hermana, ambas estamos sanas y seguimos luchando”, expresó Miriam.

Agradece al personal de salud del IMSS porque el trato siempre fue digno, ellos motivan a que sigan donando y las familias que tienen esa posibilidad digan sí a la donación.

El jefe de Trasplantes de la UMAE Hospital de Alta Especialidad “San José”, Michel Martínez López, detalló que el caso de María Fernanda fue una paciente con diagnóstico de insuficiencia renal, con cuatro años de diagnóstico y ocho meses en diálisis peritoneal, inició su protocolo de trasplante y afortunadamente, gracias al gran corazón de su hermana menor, fue posible que le donará uno de sus riñones.

El jefe de Trasplantes informó que el 20 de febrero del 2020, antes de iniciar con la pandemia, fue posible el trasplante para la paciente, que afortunadamente tiene una evolución satisfactoria; dentro de los valores de referencia está muy bien el injerto renal.

Explicó que un paciente que quiere ser donador vivo tiene que cumplir con ciertos criterios, parte de ellos ser mayor de 18 y menor de 60 años, tener un grupo compatible con el potencial receptor y no tener ninguna enfermedad crónico degenerativa, así como ser revalorados para ser donadores de acuerdo con ciertas patologías.

Existe un protocolo que abarca desde valoraciones de cardiología, otorrinolaringología, psicología, psiquiatría, cirugía de trasplantes y laboratorios; mediante estas valoraciones se puede saber quién es candidato a ser donante y receptor.

Los pacientes que llegan a Tercer Nivel de Atención son enviados para valorar si son candidatos para un trasplante renal, ya sea que cuenten con un donador vivo o para que se incluyan en la lista de espera de un riñón de un donador con muerte encefálica.

El especialista anunció que el equipo de trasplantes del Hospital de Alta Especialidad de “San José” fomenta la donación de órganos, tanto de personas vivas como de personas cadavéricas.

La pandemia no ha permitido al 100% que se retomen las actividades; sin embargo, a partir de abril del 2021 se han hecho progresivamente con las medidas de seguridad que permitan cuidar de los pacientes.

En este año el Hospital de Especialidades ha realizado a la fecha 21 trasplantes de riñón, 18 de córnea y 12 de células progenitoras hematopoyéticas.

Por último, Martínez López detalló que es muy importante externar en vida a la familia el deseo de donar sus órganos y en caso de que se presente algún episodio no deseado que conlleve a la muerte cerebral, se respete esa decisión, ya que legalmente sigue siendo una decisión de los familiares en primer orden.

También cabe aclarar, que cualquier persona que así lo desee puede ser donador voluntario de órganos y tejidos, para ello se le invita a consultar la página de internet del Centro Nacional de Trasplantes: https://www.gob.mx/cenatra o visitar la página del IMSS en la liga: http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/donacion-organos donde podrán registrarse.

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