La OCDE ubica a México como el segundo país con más personas obesas y datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición señalan que siete de cada 10 mexicanos padece sobrepeso u obesidad.
Por los daños a la salud y en la calidad de vida que provocan las enfermedades crónico-degenerativas, particularmente diabetes, males cardiovasculares, cáncer de mama y de próstata, así como el alto costo que representa su atención en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se promueve la prevención y un componente fundamental para evitar o retrasar la aparición de estos padecimientos es la alimentación correcta y realizar ejercicio.
Por ello, el IMSS impulsa un estilo de vida saludable en sus servicios de Nutrición, en los que se explica a los derechohabientes los requerimientos de calorías diarias de acuerdo con su género, edad y peso actual, así como los ejercicios que deben realizar. Diego Balcón Caro, especialista de la División de Promoción a la Salud del IMSS, destacó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) coloca a México en el segundo lugar de sus países miembros con mayor obesidad en adultos, presente en el 32.4 por ciento de su población, solo detrás de Estados Unidos.
En ese sentido, dijo, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 afirma que 72.5 por ciento de la población padece sobrepeso u obesidad, esto es siete de cada 10 mexicanos; a ello se suma el hecho de que las personas están habituadas a ver gente con sobrepeso como algo cotidiano, no como un problema y no se deciden a cambiar el estilo de vida.
Enfatizó la necesidad de que los mexicanos realicen ejercicio y no solo actividad física, ya que esta última se refiere a cualquier movimiento corporal que lleva a cabo el organismo, como caminar para desplazarse de un lado a otro o subir una escalera, pero que no es suficiente para perder grasa corporal o bajar de peso, particularmente cuando se consumen alimentos ricos en carbohidratos y grasa. María Nayeli Acosta Gutiérrez, supervisora de Proyectos de Nutrición de la Coordinación de Atención Integral a la Salud en el Primer Nivel del IMSS, explicó que en personas sanas, a partir de los 18 años de edad, las mujeres necesitan entre 1,650 a 2,550 calorías y los hombres entre 2,100 a 2,950.
Consumir más de este requerimiento, dijo, implica ganar kilos que llevan al sobrepeso u obesidad, y para regresar a un peso normal es indispensable hacer ejercicio y elegir los alimentos de manera correcta. Enfatizó que la clave para una alimentación balanceada está en incorporar y saber elegir los alimentos que se incluyen en el Plato del bien comer; realizar tres comidas completas en horarios establecidos; incluir un refrigerio saludable a media mañana y a media tarde; preferir alimentos naturales, verduras y frutas de temporada, así como el consumo de seis a ocho vasos de agua simple.
Destacó datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 donde se menciona que en adultos de 20 y más años de edad presentan un consumo bajo de algunos grupos de alimentos recomendables: 42.3 por ciento consumen regularmente verduras, 51.4 por ciento frutas y 70 por ciento leguminosas.
En cambio, apuntó, se observó un elevado consumo de algunos grupos de alimentos no recomendables para consumo cotidiano: 85.3 por ciento consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas (café y té con azúcar, atole con agua, agua de frutas, fermentado lácteo, aguas industrializadas y refrescos), 38 por ciento botanas, dulces y postres, y 45.6 por ciento cereales dulces, lo que puede llevar al sobrepeso y obesidad.