No habrá debate si las dos universidades públicas que proyecta el gobierno federal son temáticas y se enfocan a problemas particulares de la región, señaló.
El rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), Luis Armando González Placencia, llamó a los integrantes de los sindicatos de trabajadores y académicos que emplazaron a huelga, a ajustar las demandas a la realidad presupuestal de la máxima casa de estudios que este año ejercerá el mismo presupuesto que en 2018.
Además, el contexto político-social de austeridad y el llamado a una educación superior gratuita y universal, ha llevado a las universidades públicas a una extensa discusión en la ANUIES sobre la capacidad de su cobertura y la reducción de las cuotas que, en el caso de la UAT son exponencialmente superiores a las de la UNAM y BUAP.
En reunión con medios de comunicación el fin de semana, el rector advirtió que pese al aumento presupuestal del 4 por ciento derivado del índice inflacionario, los 624.2 millones de pesos que ejercerá la UAT no significan un aumento, de hecho, «nos deja como estábamos, igual de mal».
«En términos reales quedamos igual, la asignación será la misma que en años anteriores con el incremento inflacionario; pese a esto, tendremos una situación similar que la del año anterior; en ese sentido, es pertinente que los trabajadores comprendan que la universidad no es una empresa, es una entidad pública que no tiene fines de lucro y, por lo tanto, las posibilidades de atender sus solicitudes serán en el margen con el que contamos».
Con este planteamiento preliminar, la universidad inició el diálogo con los sindicatos de Trabajadores de Escuelas e Instituciones de Educación Media Superior y Superior del Estado (Steiemsset) y de Trabajadores de la UAT (Stuart), a fin de evitar el estallamiento a huelga programado el 8 de febrero.
Por otro lado, sobre la instalación en la entidad de dos nuevas universidades del gobierno de AMLO ¿afectará a la universidad y cuál es la posición de la UAT en este contexto?
Se le preguntó. «Nosotros pensamos que la mayor cantidad de instituciones que existan para absorber la demanda de la población son bienvenidas, solo planteamos que es necesario pensar bien si la medida que aplican para un estado como el nuestro es efectivamente la creación de dos nuevas universidad o probablemente el apuntalamiento y apoyo de la universidad estatal. «Poner una universidad no es cosa sencilla, se requieren de una serie de procesos que las universidades consolidadas han pasado por muchos años. Habrá que ver qué perfil tienen las universidades, si son temáticas que generen espacios para algunas problemáticas particulares y, de ser así, no me parece que sea un tema que vaya a generar un debate amplio o algún tipo de conflicto», señaló.