En el discurso no se observó la perspectiva de género en el gobierno de Marco Mena
Edith Méndez Ahuatzi, directora del Colectivo Mujer y Utopía (CMU), lamentó que en el primer informe de gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez no se mostraran avances concretos en materia de erradicación de la violencia contra las mujeres, y que incluso evadiera mencionar las políticas implementadas para combatir la violencia obstétrica, la trata de personas, la desaparición de mujeres y niñas y la explotación sexual.
Al concluir el Primer Informe de Gobierno, Méndez Ahuatzi señaló que en el discurso no se observó la perspectiva de género en un contexto en el que las organizaciones civiles han solicitado por dos ocasiones Alerta de Violencia de Genero (AVGM).
Sobre el anuncio del gobierno local del desarrollo de la Zona Económica Especial Puebla-Tlaxcala, la directora del Colectivo señaló que se corre el riesgo de vulnerar aún más los derechos de las mujeres si no existen medidas de prevención y combate de la violencia y de seguridad para las mujeres.
“En el anuncio de la inversión internacional y la Zona Económica Especial Puebla-Tlaxcala, habría que asegurar que sus acciones de seguridad pública en general beneficien realmente a las mujeres, recordemos que en gran parte de la historia con la industrialización es cuando se incrementan los casos de trata de personas con fines de explotación sexual, la violencia sexual y laboral como en el caso de Chihuahua“.
Del mismo modo, mencionó que cuando se habló de la relación Puebla-Tlaxcala “tampoco se mencionó que entre estos dos estados además comparten un alto índice de violencia, trata de personas y feminicidios, jamás mencionó las desapariciones y eso es lo preocupante, que no se contemplen medidas de prevención y erradicación y que no se hable de manera frontal de la situación que aún existe”, señaló.
La directora señaló que Tlaxcala es el tercer lugar a nivel nacional en violencia obstétrica, se mantiene el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, mientras que el 23.9 por ciento de las mujeres trabajadoras vive violencia laboral, desigualdad de salarios y largas jornadas de trabajo.