En 2021 se registraron 128 homicidios de mujeres y 68 muertes clasificadas como suicidios, cifra que se ubica cerca de la media nacional.
Los Centros de Justicia para las Mujeres (CJM) de Puebla y Tehuacán atendieron a 4 mil 768 mujeres agredidas durante 2020-2021, de las cuales, en promedio tres de cada 10 asuntos fueron judicializados, informa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Datos oficiales dados a conocer por el Inegi este lunes, refieren que en el CJM de Puebla se atendieron mil 112 mujeres en 2021 y mil 628 en 2020, ambos números son 19 y 10 por ciento menores a los mil 778 casos de 2019.
Al menos tres de cada 10 mujeres que acudieron al CJM durante los dos primeros años de la pandemia asistieron para recibir atención psicológica y otras tres para seguir su proceso de acompañamiento, mientras que dos de cada 10 acudió para recibir atención del área de trabajo social, asesoría jurídica, médica o para la atención a hijos e hijas.
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De estos expedientes abiertos el CJM canalizó a la Fiscalía a 322 mujeres durante 2020 y a 249 durante 2021, lo que significa que en 19.8 y 22.4 por ciento de las atenciones brindadas a mujeres se abrieron carpetas de investigación por violencia.
Este porcentaje es mayor respecto al CJM de Tehuacán, en el que se atendieron 719 mujeres durante 2021 y mil 309 durante 2020, de las cuales, se judicializaron 392 y 442 asuntos, respectivamente, número que representa el 54.5 y 33.8 por ciento del total de asuntos que conoció y canalizó el centro de Tehuacán, mientras que, en ambos centros, el 70 por ciento de las acciones fueron por servicios de tipo jurídico y judicial brindado a mujeres agredidas.
El INEGI a demás da a conocer las condiciones de los espacios físicos, las áreas de atención, servicios y equipamiento de los centros.
Al respecto, refiere que el CJM de Puebla no cuenta con consultorio para medicina legal, salas de audiencia, salas de juicios orales, casa de emergencia o de acogida ni área de atención infantil ni de monitoreo y seguimiento de los casos de violencia.
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Por su parte, el CJM de Tehuacán no cuenta con oficina individual para brindar asesoría legal, ni ventanilla o cubículo para presentar denuncias; tampoco tiene sala para audiencias y juicios orales, carece de salidas de emergencia, de alarma de emergencia y detector de humo.
En ambos centros no hay representación física de instituciones que deben coordinarse para atender los casos de violencia. Por ejemplo, no hay un enlace físico como el sistema DIF ni con el Tribunal Superior de Justicia; tampoco hay enlaces con las secretarías de seguridad pública, de educación, salud ni con los centros de atención a víctimas.
De acuerdo con el informe, ninguno de los dos centros de Puebla cuenta con información sobre el tipo de violencia por el que llegan las mujeres, el ámbito de ocurrencia ni la persona agresora; tampoco se sabe la edad, grado de estudios o situación conyugal de las víctimas, lo que impide determinar la condición de la víctima y los modos en los que se ejercen las agresiones.
Los dos centros no implementaron canales electrónicos para conocer de asuntos o denuncias de mujeres durante la pandemia, además redujeron los horarios de atención.
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En al menos los últimos tres años el 76.2 por ciento de los casos de violencia contra las mujeres en Puebla son por violencia familiar, delitos sexuales y violación.
Se trata de un estado feminicida: el año pasado se registraron 128 homicidios de mujeres y 68 muertes clasificadas como suicidios, cifra que se ubica cerca de la media nacional.
Con datos de 2016, el INEGI informó que la violencia que se ejerce en Puebla es principalmente emocional, sexual y física perpetrada en el ámbito de la pareja, la comunidad y la escuela; en la mitad de los casos los victimarios son la pareja sentimental y en la otra mitad por otra persona.