Human Right Wacth ha documentado que tres miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial ucranianas habían sido prisioneros de guerra y que dos de ellos habrían muerto.
Human Right Wacth (HRW) denunció este 22 de julio torturas, detenciones ilegales y desapariciones forzosas a las que las tropas rusas estarían sometiendo a los civiles en regiones invadidas como de Jersón y Zaporiyia, al sur de Ucrania.
“Las fuerzas rusas han convertido las áreas ocupadas del sur de Ucrania en un abismo de miedo y anarquía salvaje (…) La tortura, el trato inhumano, así como la detención arbitraria y el confinamiento ilegal de civiles, se encuentran entre los aparentes crímenes de guerra que hemos documentado”, ha asegurado la investigadora para Ucrania de HRW, Yulia Gorbunova, en un comunicado.
La organización ha hablado con 71 residentes de Jersón, Melitópol, Berdiansk, Skadovsk y otras diez ciudades y pueblos de las regiones de Jersón y Zaporiyia, quienes han descrito hasta 42 casos en los que las tropas rusas habrían hecho desaparecer por las fuerza a civiles, detenido arbitrariamente o incluso les habrían torturado.
Asimismo, HRW ha documentado que tres miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial ucranianas habían sido prisioneros de guerra y que dos de ellos habrían muerto.
“El propósito del abuso parece ser obtener información e infundir miedo para que la gente acepte la ocupación, ya que Rusia busca afirmar la soberanía sobre el territorio ocupado en violación del derecho internacional“, ha señalado la ONG en el escrito.
Tortura, palizas prolongadas y descargas eléctricas
Las personas entrevistadas han asegurado haber sido torturadas o haber presenciado torturas mediante palizas prolongadas y, en algunos casos, descargas eléctricas. También han descrito lesiones que incluyen costillas rotas, así como otros huesos y dientes, quemaduras graves, conmociones cerebrales, vasos sanguíneos rotos en el ojo, cortes y hematomas.
En concreto, uno de los residentes –que había organizado una protesta– ha asegurado que las fuerzas rusas lo habrían golpeado con un bate de béisbol mientras estaba detenido. Otro manifestante estuvo hasta siete días detenidos y, cuando salió, “apenas podía caminar”.
Los residentes también han sostenido que les vendaron los ojos y los esposaron durante toda su detención, y que los retuvieron con muy poca comida y agua y sin asistencia médica. En varios casos, las fuerzas rusas han liberado a los detenidos solo después de que firmaran una declaración en la que prometían “cooperar” con las autoridades o grabaran un video en el que exhortaban a otros a cooperar.
“En todos los casos de detención excepto en uno, las fuerzas rusas no dijeron a las familias dónde estaban detenidos sus seres queridos, y la oficina del comandante militar ruso no proporcionó información a las familias que la buscaban”, ha agregado la organización.
“Los ucranianos en las áreas ocupadas están viviendo una prueba infernal“, ha dicho Gorbunova. “Las autoridades rusas deben investigar de inmediato los crímenes de guerra y otros abusos cometidos por sus fuerzas en estas áreas, al igual que los organismos internacionales de investigación con miras a iniciar juicios”, ha agregado.