El crecimiento se debe principalmente “por una baja base de comparación”, tras la contracción de 6,8% registrada en 2020

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe anunció este martes que la economía regional crecerá un 5,9% durante este año, pero prevé una desaceleración en 2022, con un aumento estimado de 2,9%.

El crecimiento se debe principalmente “por una baja base de comparación”, tras la contracción de 6,8% registrada en 2020, junto a los efectos positivos derivados de la demanda externa y al alza en los precios de los productos básicos que exporta la región, así como por aumentos en la demanda agregada.

El estudio económico presentado por la secretaria ejecutiva de la Comisión muestra “que los problemas estructurales que por décadas han limitado el crecimiento económico de la región se agudizaron producto de la pandemia y limitarán la recuperación de la actividad económica”.

Alicia Bárcena destacó que los mercados laborales de América Latina fueron los más afectados por la crisis generada por el COVID-19, con una disminución del 9% en el número de personas ocupadas, y que la recuperación esperada durante este año no permitirá alcanzar los niveles anteriores a la pandemia.

El análisis de la Comisión plantea orientar la inversión hacia sectores que promuevan una nueva forma de desarrollo y que puedan potenciar la competitividad, el empleo, y bajar la huella ambiental.

Ente ellos el estudio menciona: “la transición hacia energías renovables; movilidad sostenible en ciudades; la revolución digital, para universalizar el acceso a las tecnologías; la industria manufacturera de la salud; bioeconomía y servicios ecosistémicos; la economía del cuidado; economía circular; y el turismo sostenible”.

Bárcena destacó que “impulsar el empleo demandará políticas productivas y laborales para promover la inserción laboral, en especial de mujeres y jóvenes”, y agregó que se deben ampliar los programas que fomentan el empleo, en especial el femenino y el juvenil e impulsar políticas para la reactivación de actividades productivas gravemente afectadas por la crisis, como el comercio y el turismo, entre otras propuestas.

El reporte también destaca que la política fiscal debe acelerar la inversión pública e incentivar y atraer la inversión privada.

Para ello, considera prioritario para su sostenibilidad reforzar los ingresos tributarios y reducir la evasión, que la Comisión cifra en alrededor de 325.000 millones de dólares o el 6,1% del PIB regional.

F. ONU News

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