Hasta el lunes, América acumulaba más de 5.2 millones de casos y 248,545 fallecidos relacionados al virus, la mitad de las infecciones y los decesos de todo el mundo.
La batalla contra el coronavirus en América es dura pero está lejos de estar perdida, dijo el martes la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, en momentos en que la región se ha convertido en el epicentro de la pandemia. Hasta el lunes, América acumulaba más de 5.2 millones de casos y 248,545 fallecidos relacionados al virus, la mitad de las infecciones y los decesos de todo el mundo.
“Ante la ausencia de una vacuna o tratamiento eficaz, las herramientas que tenemos a la mano son limitadas, y no tenemos más opción que aprovecharlas al máximo”, dijo Etienne en una rueda de prensa virtual.
“La batalla es dura, pero estamos lejos de haberla perdido. Todavía queda mucho por hacer”, agregó antes de asegurar que, para octubre, los decesos vinculados al COVID-19 se podrían triplicar en América al sobrepasar los 627,000 y casi cuadruplicar en América Latina y el Caribe a 438,000. En las últimas semanas, algunos países y estados de la región empezaron a relajar las restricciones de movilidad aplicadas para evitar la propagación del brote surgido en China a fines del año pasado. Sin embargo, la OPS recomendó no bajar la guardia ya que el rebrote podría ser incluso peor.
Los países, estados o ciudades que (…) flexibilizan las restricciones de manera prematura se pueden ver inundados con nuevos casos”, advirtió Etienne, una médico dominiquesa.
“El objetivo es aplanar la curva y hacerla bajar considerablemente antes de flexibilizar las restricciones”.
La directiva estimó que, según las condiciones actuales, Chile y Colombia llegarán al pico de la epidemia a mediados de julio, mientras que en Argentina, Bolivia, Brasil, México y Perú, “en algún momento” de agosto. En Costa Rica, el acmé se alcanzará “tal vez” en octubre. “En los próximos tres meses vamos a seguir viendo más casos de la COVID-19 y muertes en nuestra región”, sostuvo Etienne.
“Los países pueden modificar estas predicciones si toman las decisiones correctas e implantan medidas de salud probadas y estrictas”.