Los esfuerzos de Trump por anular los resultados de las elecciones en estados clave no han impedido que Biden se prepare para asumir el cargo el 20 de enero. El demócrata ha pasado la mayor parte de la semana discutiendo con sus asesores decisiones de personal.
El presidente electo de EEUU, Joe Biden, seguirá el jueves sentando las bases de su administración con el aumento de contagios por COVID-19 en el país como telón de fondo y mientras Donald Trump sigue sin aceptar el resultado de las elecciones.
El demócrata designó el miércoles a su asesor Ron Klain como jefe de personal en la Casa Blanca, su primer nombramiento importante desde que ganó las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Se espera que Klain, que fue el «zar del Ébola» del presidente Barack Obama en 2014 durante un brote de ese virus en África Occidental, asuma un papel principal en la respuesta de la administración Biden al aumento de los casos COVID-19 en todo el país.
Los esfuerzos de Trump por anular los resultados de las elecciones en estados clave no han impedido que Biden se prepare para asumir el cargo el 20 de enero.
El demócrata ha pasado la mayor parte de la semana discutiendo con sus asesores decisiones de personal. Por su parte, el todavía presidente, sigue sin ceder en su lucha por impugnar los comicios pese a que las acusaciones de fraude electoral generalizado en estados clave se han topado con el escepticismo de jueces y analistas jurídicos.
Desde el pasado sábado, cuando Biden obtuvo la victoria, Trump ha mantenido una agenda pública mínima, prefiriendo airear sus quejas en Twitter y sin abordar el creciente número de casos de virus en todo el país. Estados Unidos registró más de 1.450 muertes por COVID-19 el martes, la cifra diaria más alta desde mediados de agosto, elevando el total de fallecidos a más de 239.000, según un conteo de Reuters.