La campaña liderada por la ONG Every Woman Treaty, busca que la Organización Mundial de la Salud, dependiente de la ONU, adopte el tratado.
Activistas por los derechos de las mujeres de 128 países lanzan una campaña el martes en favor de un tratado internacional para acabar con la violencia hacia las mujeres y niñas, un problema global que según Naciones Unidas afecta al 35% de las mujeres.
La campaña liderada por la ONG Every Woman Treaty, con sede en Seattle, busca que la Organización Mundial de la Salud, dependiente de la ONU, adopte el tratado con el objetivo de hacer que los 193 estados miembro lo ratifiquen.
“La violencia contra las mujeres y niñas es la violación de los derechos humanos más generalizada en la Tierra”, apuntó la cofundadora y directora ejecutiva de la organización, Lisa Shannon, en una entrevista con The Associated Press en la víspera del lanzamiento oficial de la iniciativa.
“Todos los esfuerzos que la gente pone en el desarrollo, la educación, el empoderamiento de las mujeres y las oportunidades económicas se redicen cuando las mujeres no están físicamente seguras”, añadió.
“Es una pandemia global (…) No podemos avanzar como especie sin abordar la violencia contra las mujeres y niñas”.
Las activistas quieren que el documento pida a los países que adopten cuatro acciones que, según se ha demostrado, reducen las tasas de violencia hacia las mujeres:
—Adoptar leyes que castiguen la violencia doméstica, que conlleva una menor tasa de mortalidad entre mujeres.
—Formar a policías, jueces, abogados, médicos y otros profesionales sobre este tipo de violencia, lo que lleva a un incremento de los procesos judiciales a los autores y a un mejor trato a las sobrevivientes.
—Proporcionar educación sobre la prevención de la violencia contra las mujeres y niñas, que según las investigaciones influye en las actitudes y acciones de niños y hombres, y anima a las mujeres y niñas a exigir sus derechos.
—Proporcionar líneas de atención telefónica, albergues, asesoramiento legal, tratamiento y otros servicios a las sobrevivientes.
La activista nigeriana Eleanor Nwadinobi, miembro de la directiva de Every Woman Treaty, señaló que otro de los asuntos críticos es el financiamiento, que es “absolutamente esencial” para permitir que los gobiernos, especialmente en los países en desarrollo, implementen estas acciones.
Según Shannon, la campaña se está modelando siguiendo el ejemplo de los esfuerzos que llevaron al exitoso tratado para la eliminación de las minas antipersona, que entró en vigor en 1999, y al que limita el uso del tabaco, que fue el primero mediado por la OMS y que comenzó a implementarse en 2005.