Más de 80% de los nuevos contagios proceden de Shanghái, la ciudad más poblada y con más poder económico de China.
La Comisión Nacional de Salud informó de 20.472 contagios en su último balance, superando incluso las cifras del primer brote de la pandemia detectado en la céntrica ciudad de Wuhan hace dos años. Sin embargo, a diferencia de entonces, la mayoría de casos fueron asintomáticos y las autoridades sanitarias no reportaron ninguna muerte debido al COVID-19.
La Comisión precisó la detección de 1.415 nuevos positivos al coronavirus en la víspera (1.383 de ellos por contagio local), además de 19.199 casos asintomáticos.
Pese a estrategia de cero COVID
Desde que logró contener el primer brote en Wuhan, China ha aplicado una estrategia de cero COVID, con confinamientos localizados, cribados masivos y severas restricciones a los viajes internacionales que llevaron a números de contagios muy bajos.
Pero, desde marzo, los casos han ido creciendo hasta alcanzar los miles diarios en las semanas recientes debido a la entrada de la contagiosa variante ómicron en su territorio. Son cifras de contagios bajas respecto a la mayoría de países del mundo, especialmente teniendo en cuenta su población, pero ponen a prueba la estrategia cero COVID de China, uno de los pocos países en mantener este enfoque.
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En el foco, Shanghái
Más de 80 por ciento de las nuevas infecciones nacionales proceden de Shanghái, la ciudad más poblada y con más poder económico de China, indicaron las autoridades municipales este miércoles. La urbe de 25 millones de habitantes entró en un confinamiento por fases la semana pasada que provocó escenas de pánico en los supermercados y cribados masivos en algunas zonas.
Las instalaciones para aislar a los infectados siguen llenándose de nuevos casos y las autoridades mantienen sus estrictos protocolos sanitarios que incluyen la separación de bebés contagiados de sus padres si estos dan negativo. Un alto responsable de Shanghái admitió que la ciudad estaba “insuficientemente preparada” para el brote.
El malestar en la población crece por la falta de alimentos y la restricción de movimientos a medida que se alarga el confinamiento. Este brote está impactando la economía y los analistas están recortando las previsiones de crecimiento ante el cierre de fábricas y el confinamiento de millones de consumidores.