La retirada rusa marcó un hito triunfal para Ucrania tras casi nueve meses de invasión y un revés significativo para el Kremlin
Habitantes de la ciudad ucraniana de Jersón celebraron este domingo por tercer día consecutivo el fin de la ocupación rusa que duró ocho meses, mientras al mismo tiempo hacían un balance de los extensos daños dejados en esta ciudad por las fuerzas en retirada del Kremlin.
Una multitud jubilosa se reunió en la plaza principal a pesar de que a la distancia se escuchaba el fuego de artillería, mientras las fuerzas ucranianas luchan por expulsar a los militares rusos.
Pero incluso cuando los lugareños se regocijaban, la evidencia de la ocupación despiadada de Rusia estaba por todas partes, y las fuerzas rusas aún controlan un 70 por ciento de la región más amplia de Jersón.
Con las redes de telefonía celular desconectadas, la ciudadanía hace filas para usar una conexión de teléfono satelital instalada para uso de todos en la plaza, lo que les permitió intercambiar noticias con familiares y amigos por primera vez en semanas.
Las tiendas del centro estaban cerradas. Muchas personas huyeron de la ciudad durante la ocupación rusa y las calles de la ciudad estaban escasamente pobladas.
Muchas de las pocas personas que se aventuraron a salir el domingo portaban banderas amarillas y azules. En la plaza, la gente hacía fila para pedir a los soldados que autografiaran sus banderas y los premiaba con abrazos.
Tampoco hay electricidad ni agua potable, y los alimentos y los suministros médicos son escasos. Los residentes dijeron que las tropas rusas saquearon la ciudad cuando se retiraron la semana pasada. También destruyeron infraestructura pública clave antes de retirarse a través del ancho río Dniéper hacia el este. Un funcionario ucraniano describió la situación en Jersón como “una catástrofe humanitaria”.
La retirada rusa marcó un hito triunfal para Ucrania tras casi nueve meses de invasión.
La recuperación de Jersón fue un revés significativo para el Kremlin y el último de una serie de vergüenzas en el campo de batalla. Hace unas seis semanas el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó anexar a territorio ruso esta y otras tres provincias en el sur y el este de Ucrania, en violación del derecho internacional.