Los griegos acudieron el sábado en masa a la costa con la reapertura de más de 500 playas, mientras el país intenta caminar por la fina línea que separa la protección de las personas de la COVID-19 con la reactivación de un sector turístico del que muchos dependen para su subsistencia.


Para muchas personas, fue su primera incursión en un gran lugar público desde que Grecia comenzó a aliviar las medidas de confinamiento a principios de mes, y también coincidió con la primera ola de calor del año.

A los ávidos por tomar el sol se les requirió que respetaran las reglas de distanciamiento, que incluso estipulaban hasta qué punto las sombrillas debían mantenerse separadas unas de otras.

Por cada 1.000 metros cuadrados no se permitían más de 40 personas, mientras que los postes de las sombrillas tenían que estar separados por cuatro metros, con los toldos de las mismas no más cerca a un metro, según un manual publicado por el gobierno, completo con un diagrama.

En Alimos, una popular playa al sur de Atenas, la gente hacía cola desde primera hora de la mañana para conseguir su lugar bajo el sol.

“Esto es lo mejor para nosotros, los ancianos… venir a relajarnos un poco después de estar encerrados”, dijo Yannis Tentomas, de 70 años, mientras se instalaba bajo un sombrilla.

En una playa vecina, un dron zumbaba sobre unas tumbonas con altavoces que instaban a la gente a mantenerse a una distancia segura.

El levantamiento del confinamiento se produce cuando distintos países de Europa y del mundo buscan aliviar las restricciones impuestas para frenar la pandemia y resucitar sus economías. A partir del 4 de mayo, Grecia comenzó una flexibilización gradual del confinamiento que había estado en vigor desde mediados de marzo. Se han notificado más de 2.800 infecciones en el país, con 160 muertes hasta la fecha.

Después de la reapertura de las playas, Grecia permitirá la asistencia a las misas a partir del 17 de mayo, mientras que los emplazamientos arqueológicos, incluida la Acrópolis, volverán a abrirse a los visitantes el 18 de mayo. A partir del lunes, se permitirá también viajar a través de la Grecia continental y a Creta, y a partir del 25 de mayo, a las islas.

“Este es un punto crucial en nuestros esfuerzos y debemos tener éxito”, dijo Nikos Hardalias, viceministro de Protección Civil de Grecia. Grecia, con 11 millones de habitantes, es uno de los más dependientes de Europa del turismo, que genera alrededor de una quinta parte de su producción económica. Los responsables de turismo dicen que esperan recibir a viajeros extranjeros en julio.

Las autoridades esperan una disminución de entre el 5% y el 10% en la producción económica este año, antes de recuperarse en 2021.

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