Las medidas son similares a los rigurosos confinamientos impuestos en la provincia de Hubei y otras partes del país en el momento más crítico de la epidemia.
Las autoridades china han confinado a casi medio millón de personas en la provincia de Hebei, que rodea a Pekín, a medida que el nuevo brote en la capital sigue avivando los temores de una segunda ola de coronavirus.
El condado de Anxin, a unos 145 kilómetros de Pekín, ha «cerrado» las zonas residenciales y ha restringido las salidas de casa. Solo una persona de cada hogar puede salir una vez al día con un pase especial para comprar bienes necesarios como alimentos o medicinas, según las medidas anunciadas y puestas en vigor inmediatamente, desde este domingo.
Todos los demás residentes, excepto los que necesiten ayuda médica, deberán permanecer en sus casas hasta nuevo aviso, han dicho las autoridades locales. «Cada pueblo, barrio y edificio debe movilizar a los miembros del partido, los voluntarios y el personal» para unirse a la «lucha» contra el brote, dice el anuncio.
Las autoridades también han pedido a los aproximadamente 440.000 residentes del condado que «se supervisen mutuamente y cumplan estrictamente los requisitos pertinentes». Quienes no obedezcan las medidas se enfrentarán, dicen, a «un trato severo por parte de las autoridades conforme a la ley». «Cada persona tiene la responsabilidad de combatir el virus», asegura el anuncio.
Las medidas son similares a los rigurosos confinamientos impuestos en la provincia de Hubei y otras partes del país en el momento más crítico de la epidemia, cuando se ordenó a decenas de millones de residentes que se quedaran en sus casas.
Los funcionarios dicen que Anxin estaba adoptando medidas más estrictas por precaución, no porque el brote fuera grave allí. Los medios de comunicación estatales han informado de 12 casos confirmados en el condado de Anxin, donde hay empresas que suministraron pescado al mercado de Xinfadi, el centro del nuevo grupo de casos de Pekín. 11 de los casos estaban relacionados con el mercado, según el Global Times.
Más de 300 personas han sido diagnosticadas con el virus en Pekín desde mediados de junio, cuando las autoridades descubrieron un nuevo brote relacionado con el gran mercado de alimentos al por mayor de Xinfadi, en el sudeste de la ciudad. El lunes, China registró 12 nuevos casos, siete de ellos en Pekín.
Las restricciones han vuelto en la capital, con distritos y compañías que deben someterse a pruebas masivas. Las autoridades sanitarias han dicho que, hasta el domingo, un tercio de la población de Pekín se había sometido a pruebas de detección del virus.