«Esto lo hacen los animales para saber su estado de ánimo, si se encuentran en alerta», señalan especialistas.

Un susto es una sensación que pocas veces se olvida, sobre todo cuando ocurre en un ambiente lúgubre que no permite encontrar muchas explicaciones ante lo que provocó el sobresalto. Tal es el caso de un guardia en la zona arqueológica de Tikal, en Guatemala, que mientras realizaba su ronda de vigilancia, escuchó – y captó – varios aullidos misteriosos que le erizaron la piel.

Tras la difusión de la grabación, algunas personas señalaron que podría tratarse de un montaje, aunque ésta fue compartida por la cuenta oficial en Facebook del sitio ubicado en el municipio de Flores, departamento de Peten, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.

El video muestra como el cuidador va descendiendo del Templo IV para dirigirse a la cuatrimoto con la que se desplaza para vigilar, cuando se empiezan a escuchar varios lamentos que resultan tétricos.

Luego de compartir el terrorífico momento, el parque aclaró algunas cuestiones:

“El video fue grabado el día dos de junio del presente año luego de una transmisión en vivo desde el templo IV cerca de las 20:00 horas, fue grabado por nuestro compañero Ricardo Obando quien se encontraba solo en el lugar transmitiendo en vivo”, señaló el sitio.

«Se había reservado compartirlo por temor y respeto a la incertidumbre de lo que escuchó, pero indica que desconoce el origen del sonido que se escucha en el video. La milenaria ciudad de Tikal fue hogar de la cultura maya quienes fueron muy avanzados a su época, Tikal es un lugar con mucha energía”, agregó.

Gobierno guatemalteco se pronuncia sobre el aullido

Tras la polémica que se generó en Guatemala ante este suceso, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) se pronunció para señalar el posible origen del aullido.

“Después de un buen análisis muy prudente y a profundidad con los diferentes técnicos con los que contamos acá en Conap, se ha logrado determinar…. no tenemos la total certeza de que sean ruidos de un coyote específicamente, pero pareciera ser que este tipo de sonidos se asemejan mucho a este tipo de especímenes”, explicó Abraham Estrada, Secretario Ejecutivo de la institución.

Y agregó que “es una actividad que es muy frecuente después de las lluvias. Esto lo hacen los animales para saber su estado de ánimo, si se encuentran en alerta e incluso hacen ese tipo de sonidos para ubicarse entre ellos, para coordinar mejor”.

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