Francia ha confirmado durante la jornada 13.970 casos, lo que sitúa el total en 577.505, y 63 fallecidos. 

El ministro de Sanidad de Francia, Olivier Veran, ha afirmado este jueves que la capital, París, podría ser declarada «zona de alerta máxima» a partir del lunes, ante el repunte de los contagios por coronavirus en la ciudad y el resto del país.

Sanidad Pública de Francia ha confirmado durante la jornada 13.970 casos, lo que sitúa el total en 577.505, y 63 fallecidos, con lo que el país supera el umbral de los 32.000 muertos y se sitúa en 32.019 fallecidos desde el inicio de la pandemia.

Asimismo, ha señalado que durante los últimos siete días han sido hospitalizadas 3.998 personas a causa de la COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, de los cuales 844 se encuentran en servicios de reanimación.

Por otra parte, ha dicho que la tasa de positividad de las pruebas es del 7,6 por ciento, mientras que 66 departamentos se encuentran en situación de vulnerabilidad elevada». Las autoridades investigan 1.234 brotes, con otros 78 más durante el último día.

Ante esta situación, Veran ha afirmado que París podría pasar a ser «zona de alerta máxima» a partir del 5 de octubre, dependiendo de la tasa de incidencia, la tasa en mayores de 65 años y la ocupación de camas en unidades de reanimación.

«Sólo hemos observado un cruce de estos umbrales durante unas pocas horas. Obviamente, tenemos que confirmarlo durante los próximos días», ha señalado, antes de agregar que «no hay un tratamiento diferenciado» entre París y Marsella, que está ya en «alerta máxima».

«Hacen falta dos, tres o cuatro días para verificar que París se inscribe en esta dinámica», ha manifestado Veran, quien ha explicado que estas barreras «fueron superadas desde hacía mucho» en Marsella, lo que implicó un endurecimiento de las restricciones.

Asimismo, ha destacado que la evolución de la situación en Grenoble, Lille, Lyon, Saint-Etienne y Toulouse es «muy preocupante» con «una degradación de las tasas de incidencia, pero también por la presión sobre los servicios de reanimación», según ha informado el diario francés ‘Le Figaro’.

Veran ha hecho hincapié en que «si las medidas no producen efectos suficientes sobre la situación epidemiológica», también estas ciudades podrían ser declaradas en «alerta máxima», sin dar una fecha para ello. «En las grandes metrópolis el virus evoluciona muy rápido», ha lamentado.

«Afecta a todas las categorías de población, especialmente a poblaciones vulnerables y personas mayores. Las consecuencias sanitarias son, en todos los términos, visibles. Los hospitales están cargados con trabajadores sanitarios cansados, pero que lo hacen todo para salvar el máximo de vidas y que esperan que nosotros tomemos medidas y que los franceses las respeten», ha argumentado.

Sin embargo, el ministro de Sanidad francés ha destacado que «en primavera, diez enfermos contagiaban a 30 personas», mientras que a día de hoy «diez enfermos contagian a trece a lo largo de una semana». «Es netamente mejor, pero el virus circula», ha alertado, antes de apuntar a una «mejora médica» en Burdeos, Marsella y Niza.

Veran ha insistido en la necesidad de concertar esfuerzos con las autoridades locales y ha manifestado que «si no hay una convergencia, el Estado tomará las decisiones necesarias». Así, ha dicho que las reuniones con los alcaldes de las ciudades más afectadas han sido «constructivas» y que «son plenamente conscientes de la gravedad de la situación».

Por último, ha explicado que los brotes en los colegios «no le inquietan». «Los niños no sufren casos graves. Los casos graves son excepcionales. Los niños son menos contagiosos que los adultos. No hay que tener miedo de llevara a los niños a la escuela, es fundamental que los niños puedan aprender», ha remachado.

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