Se trata de una inédita rebelión contra el papa Francisco al dar comienzo a una masiva ceremonia de bendición pública de parejas del mismo sexo.
Bajo el lema “El amor gana”, sacerdotes católicos de toda Alemania pusieron en marcha una inédita rebelión contra el papa Francisco al dar comienzo a una masiva ceremonia de bendición pública de parejas del mismo sexo en más de 100 templos en todo el país. La acción ha sido calificada como una respuesta directa a un comunicado del Vaticano que sostuvo que la unión homosexual es un pecado y que Dios “no puede bendecirlo”.
La acción de rebeldía contra el Vaticano nació en el mes de marzo cuando más de 230 profesores de teología católica de Alemania, encabezados por los párrocos Burkhard Hose, de Würzburg (Baviera), y Bernd Mönkebüscher, de Paderborn (Renania del Norte Westfalia), firmaron una declaración conjunta. Protestaban así contra un pronunciamiento del Vaticano de ese mes, que señalaba que la Iglesia católica no podía bendecir matrimonios del mismo sexo. En el manifiesto, el grupo declaró que la medida estaba “marcada por un aire paternalista de superioridad y discrimina a las personas homosexuales y sus planes de vida”.
Para reforzar esa protesta, decenas de sacerdotes católicos de Alemania decidieron bendecir a parejas homosexuales y transmitir esas ceremonias en directo por internet. “Ante la negativa de la Congregación para la Doctrina de la Fe a bendecir las parejas homosexuales, levantamos la voz y decimos: seguiremos acompañando a las personas que contraigan una relación de pareja vinculante en el futuro y bendeciremos su relación”, advirtió esta agrupación en un comunicado.
El plan incluye una lista de servicios eclesiásticos que comenzaron a realizarse coordinadamente a partir del 9 de mayo y prosiguieron este lunes en unas 100 iglesias católicas de Alemania, incluida la catedral de Essen, donde los curas disidentes bendijeron públicamente a los matrimonios del mismo sexo en protesta por la declaración aprobada por el papa Francisco.
El domingo pasado, los sacerdotes de la parroquia de Santa María, en la localidad de Ahlen, colgaron una pancarta sobre la entrada principal del templo donde se podía leer: “¿Ustedes se aman? Los bendecimos”. “Así es como debe ser: Queremos celebrar y bendecir el don del amor con todos los que se aman, todas las parejas, amistades, relaciones amorosas. Todos los que reflejan el colorido del amor de Dios en sus vidas”.
La Congregación para la Doctrina de la Fe emitió el 15 de marzo el escrito Responsum ad dubium, (Una respuesta a una duda), sobre la cuestión “¿Dispone la Iglesia del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?”. La opinión del Vaticano fue negativa y sostiene que el matrimonio entre un hombre y una mujer forma parte del plan de Dios y está destinado a crear una nueva vida. Y también sostiene que —según la declaración de marzo de su oficina de ortodoxia, la Congregación para la Doctrina de la Fe— el matrimonio entre personas del mismo sexo es un pecado.
Los principales obispos de Alemania no han respaldado la protesta. El obispo Georg Bätzing, presidente de la conferencia episcopal nacional, ha dicho que las personas con orientación homosexual tienen un lugar en la Iglesia, pero rechazó las bendiciones públicas. “No son adecuadas como instrumento de manifestaciones políticas eclesiásticas o acciones de protesta”.
Sin embargo, el Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK por sus siglas en alemán), una influyente organización seglar, reiteró su apoyo a la iniciativa. “Estas son celebraciones de oración en las que la gente expresa a Dios lo que les conmueve”, dijo Birgit Mock, portavoz del ZdK para asuntos de familia. “El hecho de que pidan la bendición de Dios y le den las gracias por todo lo bueno en sus vidas —también por relaciones vividas con respeto mutuo y llenas de amor— tiene raíces profundas en el Evangelio”, añadió.