Cinco o seis miembros de la tripulación escaparon al saltar por la borda y se refugiaron en un bote inflable hasta que fueron rescatados por un buque cercano.
Al menos 25 personas fallecieron y otras nueve estaban desaparecidas tras un incendio registrado en la madrugada del lunes en una embarcación de buceo recreativo anclado cerca de una isla de la costa del sur de California.
Matthew Kroll, capitán de corbeta de la Guardia Costera, confirmó la muerte de 25 personas el lunes en la noche. Cinco o seis miembros de la tripulación escaparon al saltar por la borda y se refugiaron en un bote inflable hasta que fueron rescatados por un buque cercano.
En un primer momento, los recuperaron cuatro cuerpos a unos 145 kilómetros (90 millas) de la Isla Santa Cruz, y más tarde en el día sacaron los cadáveres de otras 16 víctimas. Además descubrieron otros cinco, que no pudieron ser recuperados por las condiciones poco seguras de la embarcación siniestrada, que está hundida a unos 18 metros (20 yardas) de la orilla, explicó la Guardia Costera.
Las autoridades continuarán la búsqueda de los nueve desaparecidos durante la noche.
“Debemos estar preparados para el peor desenlace”, advirtió la capitana de la Guardia Costera, Monica Rochester, en una conferencia de prensa.
Los cuatro cuerpos recuperados inicialmente tenían lesiones consistentes un con ahogamiento, señaló Kroll.
Por el momento se desconoce cuándo se recuperaran los cuerpos que yacen en el lecho marino o cuándo podrán inspeccionar la embarcación los buzos en busca de más víctimas.
“Está de cabeza y en aguas relativamente poco profundas con mareas que la mueven”, dijo el jefe de policía del condado de Santa Bárbara, Bill Brown.
El fuego se originó a bordo del velero Conception alrededor de las 03:00 frente a la Isla Santa Cruz, parte de una serie de islotes que forman el Parque Nacional Channel Islands en el Pacífico.
Los cinco tripulantes que escaparon fueron rescatados por otra embarcación, The Grape Escape, que estaba anclada cerca del lugar. Dos de ellos sufrieron heridas menores, dijo el suboficial de la Guardia Costera, Mark Barney.
Los dueños del Grape Escape, Bob y Shirley Hansen, narraron al The New York Times que estaban dormidos cuando escucharon un chapoteo a un costado de su velero de 18 metros (60 pies) de eslora alrededor de las 3:30 de la mañana y descubrieron a los aterrados tripulantes. Dijeron a la pareja que huyeron cuando el fuego se salió de control.
“El otro bote estaba totalmente devorado por las llamas, de proa a popa”, dijo Bob Hansen, que calculaba que estaba a no más de 90 metros (100 yardas) de su navío. “Podía ver el fuego saliendo por los lados del bote. Había explosiones… Era horrendo”.