Según el relato que Gallo entregó este viernes a la JEP, el reclutamiento forzado de menores dentro de las FARC fue considerado una falta grave y no un delito.


El excombatiente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y actual senador Julián Gallo reconoció el viernes (18.09.2020) que la guerrilla reclutó menores de edad a la fuerza durante los 50 años de conflicto armado en Colombia, pero negó que se tratara de una práctica sistemática.

Gallo realizó esta declaración ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el mecanismo de justicia transicional en el que deben comparecer los firmantes del acuerdo de paz que se firmó en 2016. «Esa situación de los niños no nos hace sentirnos contentos ni orgullosos”, dijo Gallo, cuyo nombre de guerra fue «Antonio Lozada”. Su declaración se convirtió en la primera de este tipo en ser transmitida por internet en Colombia.

En el país hay un reclamo generalizado a los miembros del partido político de las FARC, creado tras la firma del acuerdo, para que reconozcan que reclutaron forzosamente menores de edad. Julián Gallo, de 59 años, es uno de los 14 exmiembros de las FARC que fueron citados a una primera ronda de versión voluntaria por el reclutamiento forzado.

LO CONSIDERABAN FALTA, NO DELITO

Hasta hace unas semanas, varios miembros de la extinta guerrilla negaron esta práctica asegurando que muchos de ellos entraron a su filas voluntariamente. Esa actitud desató una ola de críticas que vinieron desde todos los sectores del país.

Incluso levantaron la voz los antiguos negociadores de paz y el expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018). Según el relato que Gallo entregó este viernes a la JEP, el reclutamiento forzado de menores dentro de las FARC fue considerado una falta grave y no un delito. Aseguró que era más grave intentar desertar de la guerrilla, acto que podría ser castigado hasta con el fusilamiento. D

e boca de un miembro de la extinta guerrilla, Colombia nunca había escuchado detalles de uno de los delitos más atroces en el conflicto interno. Por eso llamó la atención que asegurara que muchos menores de entre 15 y 17 años formaran parte de las filas del grupo.

«Era una guerrilla eminentemente de jóvenes al finalizar el conflicto (…) en las estructuras de mando era gente relativamente joven, 30 o 40 años, con una experiencia de formación de 15, 20 o más años”, dijo Gallo al reconocer que muchos de los medios y altos mandos ingresaron a la guerrilla cuando eran menores.

Según el Centro Nacional de Memoria Histórica, las FARC reclutaron 6.068 menores de edad entre los siete y los 17 años, convirtiéndose en el «mayor perpetrador del reclutamiento” en Colombia.

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