Los investigadores de la Universidad de Hong Kong aseguran que las secuencias genéticas de las cepas del virus que contrajo el hombre en abril y en agosto son “claramente distintas”.
Hasta ahora no había descrito ningún caso de reinfección por coronavirus y eso significaba que la inmunidad de los primeros casos conocidos el pasado mes de diciembre en China podrían conservar la inmunidad hasta ahora, casi ocho meses después.
El paciente de Hong Kong fue dado de alta tras curarse del virus en abril pero a principios de este mes volvió a dar positivo en las pruebas después de regresar desde España, señala la televisión pública local RTHK.
Según las autoridades sanitarias de la ciudad, en un primer momento se pensó que el hombre podría ser un “portador persistente” del SARS-CoV-2, coronavirus causante de la pandemia de la COVID-19, y mantener el agente infeccioso en su organismo desde su anterior padecimiento. Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Hong Kong aseguran que las secuencias genéticas de las cepas del virus que contrajo el hombre en abril y en agosto son “claramente distintas”.
Este descubrimiento podría suponer un revés para quienes basan su estrategia contra la pandemia en la supuesta inmunidad obtenida tras pasar la enfermedad.
“Muchos creen que los pacientes recuperados de la COVID-19 tienen inmunidad contra las reinfecciones debido a que la mayoría desarrollaron una respuesta basada en anticuerpos neutralizantes en suero”, apunta el estudio de la Universidad de Hong Kong. Los investigadores recuerdan que “hay pruebas de que algunos pacientes tienen niveles decrecientes de anticuerpos pasados unos pocos meses”.
El estudio ha sido aceptado por el diario médico ‘Clinical Infectious Diseases’ (‘enfermedades infecciosas clínicas’, en inglés), publicado por la universidad británica de Oxford.
Según los expertos de la Universidad de Hong Kong, “el SARS-CoV-2 podría persistir entre la población humana, como es el caso de otros coronavirus humanos comunes asociados a los resfriados, incluso a pesar de que los pacientes hayan conseguido inmunidad a través de una infección natural”. Por lo tanto, recomiendan que los pacientes recuperados de la COVID-19 sigan llevando mascarillas y respetando la distancia social.
Asimismo, la ausencia de una inmunidad natural duradera implicaría que los recuperados de la enfermedad no evitarían someterse a la vacunación toda vez que una vacuna eficaz sea descubierta: “Ya que la inmunidad podría ser poco duradera (…), se debería considerar también la vacunación para aquellos que han pasado por un episodio de infección”.
A mediados de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró su esperanza en que los recuperados de la COVID-19 mantuviesen cierto grado de inmunidad durante varios meses.
Según recordó entonces la jefa del Departamento de Enfermedades Emergentes de la institución, Maria van Kerkhove, “en otros coronavirus como el MERS o el SARS, la inmunidad se prolongó unos doce meses o incluso un poco más”. No obstante, a pesar de que los contagiados desarrollan una respuesta inmune, todavía se desconoce cómo de sólida esta es o su duración.
Preguntado por este caso, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, dijo ayer que se trata de algo que “no es frecuente” y pidió esperar a tener más información, aunque sí precisó que “la sospecha” es que, de confirmarse los casos de reinfecciones, “esas personas no producirían ningún riesgo de transmisión para otras”.
OTROS DOS CASOS DE REINFECCIÓN EN HOLANDA Y BÉLGICA
Científicos holandeses y belgas han confirmado este martes la detección de un caso cada uno, en sus respectivos países, de reinfección por COVID-19. En Países Bajos, la viróloga Marion Koopmans, asesora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Gobierno de La Haya, confirmó que un paciente holandés, un anciano con un sistema inmunológico “deteriorado”, también contrajo el coronavirus por segunda vez desde el comienzo de la pandemia el pasado marzo.
“Todas las infecciones por SARS-CoV-2 tienen una huella digital diferente, un código genético. Las personas pueden cargar con restos del virus durante mucho tiempo después del contagio y ocasionalmente secretan un poco de ARN (ácido ribonucleico, el material genético de este tipo de virus)”, detalló Koopmans a la televisión holandesa NOS.
La viróloga holandesa se negó, por precaución, a detallar los síntomas del paciente con reinfección en Países Bajos porque, advierte, “necesitamos ver si ocurre con más frecuencia”, aunque reconoció que el hecho de que aparecieran pacientes contagiados por segunda vez “estaba en línea con las expectativas” científicas, solo que “no había evidencia de ello aún”.
“Las infecciones respiratorias pueden ocurrir dos veces o incluso con más frecuencia. Sabemos que una persona no está protegida de por vida si se ha contagiado una vez y eso es lo que esperamos con la COVID-19”, detalla Koopmans.
EN BÉLGICA, UNA MUJER CON SINTOMALOGÍA LEVE
En Bélgica, por su parte, el virólogo y asesor sanitario del Gobierno Marc Van Ranst confirmó que una ciudadana belga que ya había superado el coronavirus ha recaído de la enfermedad tres meses después del primer contagio.
Después de haber analizado las muestras del virus, los investigadores han concluido que se trata de dos cepas diferentes del virus, añadió el científico en declaraciones a la televisión belga VTM News.
Para confirmar un caso de reinfección de un paciente, los científicos deben poder demostrar que los códigos de ese ARN en el primer y segundo contagio registrado son diferentes entre sí, y ese parece ser el caso de los pacientes en Hong Kong, Países Bajos y Bélgica.
La pregunta que se hacen los científicos ahora es cuánto dura la inmunidad de promedio, tras haberse detectado que los que han sufrido síntomas más graves tienen más anticuerpos que las personas con problemas leves, aunque “el hecho de que alguien haya acumulado anticuerpos no significa que sea inmune”, alerta la viróloga holandesa.
“Se trata de una mujer que sufrió una segunda recaída tres meses después de la primera infección. Hemos podido examinar genéticamente ese virus en los dos casos y tenemos los suficientes datos para determinar que es otra cepa”, afirmó.
La evolución de la ciudadana belga, asimismo, ha sido favorable en los últimos días, mostrando solo una sintomatología leve y no necesitando hospitalización.
A ojos de Van Ranst, la certificación de casos de reinfección “no son buenas noticias” ya que su equipo, a tenor de la evolución del virus, “habría esperado que el tiempo entre dos infecciones hubiera sido más largo”.