“Los casos equivalen a una crueldad y una violencia deliberadas e indescriptibles contra los civiles ucranianos”, señala la organización Human Rights Watch 

La ONG Human Rights Watch (HRW) ha asegurado este domingo que ha documentado varios casos en los que demuestra que las fuerzas militares rusas han cometido crímenes de guerra en las áreas ocupadas de las regiones de Jarkóv, Chernígov y Kiev.

Entre esos casos, se incluyen un caso de violación repetida; dos casos de ejecución sumaria, uno de seis hombres, el otro de un hombre; y otros casos de violencia ilícita y amenazas contra civiles entre el 27 de febrero y el 14 de marzo de 2022. Los soldados también estarían implicados en el saqueo de bienes civiles, incluidos alimentos, ropa y leña.

 “Los casos que documentamos equivalen a una crueldad y una violencia deliberadas e indescriptibles contra los civiles ucranianos”, ha asegurado el director para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, Hugh Williamson, que cree que deben investigarse todos los crímenes de guerra.

Human Rights Watch ha entrevistado a 10 personas, incluidos testigos, víctimas y residentes locales de los territorios ocupados por Rusia, en persona o por teléfono. Algunas personas han pedido ser identificadas solo por su nombre de pila o por seudónimos para su protección.

Por otra parte, el 4 de marzo, las fuerzas rusas en Bucha, a unos 30 kilómetros al noroeste de Kiev, reunieron a cinco hombres y ejecutaron sumariamente a uno de ellos, según ha asegurado un testigo dijo a HRW.

Además, varios soldados habrían obligado a los cinco hombres a arrodillarse a un lado de la carretera, les habrían quitado las camisetas y habrían disparado a uno de ellos en la nuca. “Se cayó y las mujeres [presentes en la escena] gritaron”, ha detallado el testigo.

Las fuerzas rusas en la aldea de Staryi Bykiv, en la región de Chernígov, detuvieron al menos a seis hombres el 27 de febrero y luego los ejecutaron, según la madre de uno de los hombres, que estaba cerca cuando su hijo y otro hombre fueron detenidos.

En la región de Jarkóv, una mujer ha asegurado a la ONG que un soldado ruso la había violado repetidamente en una escuela donde ella y su familia se habían refugiado el 13 de marzo. Según cuenta la víctima, habría sido golpeada y habría recibido cortes con un cuchillo en la cara, el cuello y el cabello. Al día siguiente, la mujer huyó a la ciudad de Járkov, donde pudo recibir tratamiento médico y otros servicios.

HRW ha recordado a las dos partes del “conflicto armado” que “están obligadas a cumplir el Derecho Internacional”, incluidos los Convenios de Ginebra de 1949. Además, ha subrayado que Rusia “tiene la obligación legal internacional” de investigar “imparcialmente” los presuntos crímenes de guerra cometidos por sus soldados.

“Las leyes de la guerra prohíben el homicidio intencional, la violación y otros tipos de violencia sexual, la tortura y el trato inhumano de los combatientes capturados y los civiles bajo custodia. (…) Cualquiera que ordene o cometa deliberadamente tales actos, o los ayude e instigue, es responsable de crímenes de guerra”, ha detallado la organización, que ha asegurado que las personas que los cometan serán “penalmente responsables”.