El jefe del Congreso peruano, Manuel Merino, asumirá el martes la presidencia del país minero con el reto de llevar adelante las elecciones generales programadas para abril, luego de la abrupta destitución del ahora exmandatario Martín Vizcarra.
Merino, un empresario del sector agrícola y miembro del partido de centro derecha Acción Popular, tomará juramento del cargo después de las 10.00 hora local (1500 GMT) para cumplir el periodo gubernamental de cinco años, hasta julio del 2021.
Vizcarra fue expulsado por el Congreso unicameral tras denuncias de corrupción, en el segundo juicio político contra el exmandatario en menos de dos meses y previo a las elecciones presidenciales y congresales del 11 de abril.
El Congreso liderado hasta ahora por Merino ha sido en los últimos meses una fuente de leyes consideradas populistas, como aprobar dos veces el retiro parcial de fondos privados de pensiones en medio de la lucha contra la pandemia de coronavirus y una enorme crisis económica, la peor desde hace un siglo.
Algunos políticos y analistas temen que Merino trate de postergar las elecciones para alargar su periodo a cargo, algo que Vizcarra había advertido en sus descargos al afirmar que fue una las razones del proceso de vacancia en su contra.
Pero Merino -de 59 años- pidió tranquilidad al país la noche del lunes y afirmó que mantendrá las fechas de los comicios presidenciales y parlamentarios y de transición de mando. En un comunicado, el Congreso dijo que se constituirá un nuevo “gabinete de ancha base con las personas más calificadas con las fuerzas democráticas del país para dar solución a los problemas que en estos momentos agobian a los peruanos”.
Tras la destitución de Vizcarra, cientos de simpatizantes del exmandatario protestaron en el centro de Lima contra la decisión del Congreso y hasta intentaron llegar a la sede del parlamento, pretensión que fue evitada por la policía.
El mandatario destituido recibió también apoyo de algunos políticos que podrían entrar en la carrera al Palacio de Gobierno en el 2021, entre ellos el exarquero de fútbol George Forsyth que lidera las intenciones de voto, según sondeos. “Este es un golpe de estado disfrazado. Necesitamos calma, pero también mucha vigilancia ciudadana”, dijo por Twitter.
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Merino, que ha sido legislador durante dos periodos (2001-2006 y 2011-2016), rechazó la “actitud antidemocrática” de quienes están llamando a la protesta. “Yo lamento, realmente, porque se está tratando de confundir a la población”, refirió.
Vizcarra, en su defensa en el Congreso, manifestó que su destitución, de producirse, iba a traer “impredecibles consecuencias” y graves costos económicos al país. El poderoso gremio de empresas privadas del país, CONFIEP, llamó a la “serenidad” en un comunicado y exhortó a las autoridades a realizar unas elecciones transparentes.
“Apelamos a la tranquilidad y resilencia para que este episodio no merme los esfuerzos que todos los peruanos venimos realizando para superar la crisis sanitaria, y con reactivación de la economía familiar”, dijo el gremio por Twitter.
La expulsión de Vizcarra probablemente marcaría el comienzo de un período de tensiones políticas, mientras que Merino podría impulsar algunas medidas populistas, según los analistas.
Merino “probablemente mantendrá el marco de política económica existente, pero avanzará algunas medidas populistas mientras trata de ganar apoyo público”, afirmó la consultora internacional Eurasia el lunes.
El trance político ocurre cuando los casos de coronavirus suman 923.527 y los muertos 34.943 en Perú. Asimismo, la cuarentena afectó duramente a la economía del país, que se contraería este año un 12,7%, según proyecciones.