Hasta las dos de tarde -hora española- ya habían depositado su voto el 41.48 por ciento de ciudadanos, mientras que en 2016 fue de 36.9 por ciento.
Si se mantiene la tendencia, las elecciones generales que se celebran hoy en España podrían convertirse en una de las de mayor participación de la historia. Según los datos del Ministerio del Interior, hasta las dos de tarde -hora española- ya habían depositado su voto un 41.48 por ciento de los 36 millones 890 mil ciudadanos llamados a las urnas. Este dato es sensiblemente superior al de los comicios del 2016, que no superó el 37 por ciento.
Los colegios electorales en España, de Galicia a Andalucía y de Cataluña a Extremadura, tenían un denominar común a lo largo de la mañana: largas colas. Los ciudadanos acudieron a sus centros electorales, localizaron su mesa electoral y depositaron el voto en la urna correspondiente sin incidentes graves a destacar, si acaso que en algunos centros de votación no había las papeletas de algunas partidos y por tanto se tuvo que posponer la apertura de las puertas.
En los primeros datos oficiales, el Ministerio del Interior informó que hasta las dos de la tarde el índice de participación es del 41.48 por ciento, mientras que en 2016 fue de 36.9 y en 2015 del 37 por ciento.
Los ciudadanos españoles elegirán hoy a su futuro gobierno, que saldrá del reparto de los 350 diputados que forman el Congreso de los Diputados y de los 208 senadores de la Cámara legislativa territorial. La disputa está entre dos grandes bloques: el de la izquierda, integrado por el socialista y presidente del gobierno Pedro Sánchez y su potencial aliado de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y el bloque de la derecha, dividido en tres grandes partidos: el histórico y hasta hegemónico en España del Partido Popular (PP), Ciudadanos (C´s) y Vox, el emergente de extrema derecha.
A lo largo de la mañana todos los candidatos acudieron a sus colegios electorales a votar. Sánchez, que vive en el municipio de Pozuelo de Alarcón, instó a la ciudadanía a “acudir masivamente a votar para lanzar un mensaje nítido de lo que quieren para el país”. El mandatario español fue recibido por aplausos pero también con un sonoro abucheo.
El otro líder de la izquierda, Iglesias, acudió a votar en la localidad donde vive, en Galapagar, donde compró la polémica mansión por la que le llovieron críticas tanto al interior como al exterior de su partido. Iglesias también hizo un llamamiento a una participación masiva, mientras más gente vote mejor, advirtió.
Albert Rivera, de C´s, votó en la localidad catalana de Hospitalet de Llobregat, mientras que Pablo Casado, del PP, lo hizo en el céntrico y lujoso barrio madrileño de Salamanca. El dirigente de Vox, Santiago Abascal, votó en el barrio de Hortaleza, el más popular y obrero de todos los demás. Todos ellos también hicieron una invocación a ejercer el derecho al voto, a lanzar un mensaje claro para lo que quieren para el país en los próximos cuatro años.