Los cadáveres ingresaron al país por la frontera de La Hachadura, a 90 kilómetros al oeste de la capital salvadoreña

Óscar Alberto Martínez y su pequeña hija Valeria murieron ahogados cuando trataban de cruzar el río Bravo en una tragedia captada en una fotografía, misma que provocó indignación mundial. Sus cuerpos regresaron el domingo a El Salvador.

Por razones de logística, las autoridades decidieron transportar por tierra desde la ciudad  de Matamoros los cuerpos de las dos nuevas víctimas de la migración irregular.

Los cadáveres ingresaron al país por la frontera de La Hachadura, a 90 kilómetros al oeste de la capital salvadoreña. El ministro de Gobernación, Mario Durán, llegó al lugar para supervisar los trámites en la aduana.

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