Algunos países de Europa, como Alemania, Dinamarca, España y otros, están empezando a pensar en cómo aliviar algunas restricciones sociales.
Europa está en el ojo de la tormenta de la pandemia de COVID–19, con un número de casos cercano al millón, y debe actuar con extrema precaución cuando considere reducir las cuarentenas, dijo el jueves el director regional de la Organización Mundial de la Salud.
“Los números de casos en toda la región continúan aumentando. En los últimos 10 días, el número de casos reportados en Europa casi se ha duplicado a cerca de 1 millón”, señaló el director europeo de la OMS, Hans Kluge, durante una conferencia en línea.
Eso significa que aproximadamente el 50% de la carga global de COVID-19 está en Europa, indicó Kluge, agregando que más de 84.000 personas en el continente han muerto por la enfermedad.
“Las nubes de tormenta de esta pandemia aún pesan sobre la región europea”, dijo Kluge.
El director afirmó que era fundamental comprender la complejidad y la incertidumbre de una transición, ahora que algunos países comienzan a considerar si pueden aliviar las restricciones y si las escuelas y algunos lugares de trabajo podrían comenzar a reabrir.
Las empresas y los políticos de todo el mundo están preocupados por el impacto económico de cuarentenas prolongadas. Algunos países de Europa, como Alemania, Dinamarca, España y otros, están empezando a pensar en cómo aliviar algunas restricciones sociales.
Kluge dijo que la OMS reconocía que las políticas de distanciamiento social diseñadas para frenar la propagación del virus “están afectando vidas y medios de vida”.
“La gente pregunta con razón: ¿cuánto tenemos que soportar? ¿Y por cuánto tiempo? En respuesta, nosotros, los gobiernos y las autoridades de salud debemos encontrar respuestas para identificar cuándo, bajo qué condiciones y cómo podemos considerar una transición segura”, afirmó el funcionario.
En primer lugar, cualquier medida para levantar los confinamientos debe garantizar varias cosas clave, dijo, incluida la evidencia de que se está controlando la transmisión COVID-19 de un país, se minimizan los riesgos de brotes y que los sistemas de salud tienen la capacidad de identificar, probar, rastrear y aislar casos.
“Seguimos en el ojo de la tormenta (…), si no se puede garantizar que se cumplan esos criterios antes de aliviar las restricciones, insto a que se vuelvan a evaluar”, dijo Kluge. “No hay una vía rápida para volver a la normalidad”.