En cuanto a los artistas que han abandonado Rusia, esta es su opinión: “Es evidente que han traicionado al país, pero me temo que no se dan cuenta de lo que han hecho. 

No es difícil imaginar: los cantantes a favor de la “operación especial” destacan en la televisión rusa; incluso, hay notas que se les ve cantando para los soldados. En cambio, los artistas críticos por el plan y las acciones de su país en Ucrania, están “condenados” a las redes sociales, donde sus posiciones son más compartidas. Un reportaje de RFI elaborado por su corresponsal Anissa El Jabri, da cuenta de algunos artistas de este segundo grupo, debido a que del otro nadie quiso hablar. Aquí el material íntegro:

Un video con una imagen movida, tomado desde el público durante un concierto el pasado 18 de mayo en Ufa, se ha vuelto viral en las redes sociales. El hombre que habla en el escenario tiene 65 años y es una leyenda del rock. Ha sido manifestante desde los años 80 en la URSS y ha escrito canciones sobre la primera guerra de Chechenia y el hundimiento del Kursk. Yuri Shevchuk, cantante del grupo DDT, pronunció, entre otras, estas palabras: “Nuestros chicos están muriendo en Ucrania, ¿por qué?” y “La patria, no es lamerle el culo al presidente permanentemente”. Procesado por “acción pública destinada a desacreditar el uso de las fuerzas armadas rusas”, este ícono no fue condenado. En cualquier caso, no es el único en pronunciarse desde el interior del país.

“Me era imposible permanecer en silencio”

También está, por ejemplo, Manizha. Nacida en Tayikistán, representó a Rusia en el concurso Eurovisión 2021. Muy comprometida, la cantante es la primera y única embajadora de buena voluntad del ACNUR en Rusia, y tiene su propio fondo para el apoyo y la protección de las personas vulnerables. “Soy una persona para la que lo que ocurre en el mundo es importante y esta tragedia concierne a toda la comunidad mundial”, afirma. “Esto también se aplica a mis parientes, porque también hay ucranianos en mi familia. Mi cuñada y mi futuro marido son medio ucranianos, así que me era imposible permanecer en silencio”.

Un mensaje en la red social Instagram publicado el 24 de febrero, y debajo, durante un mes, una avalancha de intercambios agresivos: sus fans están divididos. “No me ayudó, sigue sin ayudarme a lidiar con las emociones”, dice Manizha. “Pero creo que es necesario decir lo que se siente, aunque no se entienda todo, aunque se tenga miedo, es necesario decir lo que se siente. Porque al menos mucha gente entiende que no está sola y que está pasando por lo mismo que tú”, añade.

El hecho es que las fechas de sus conciertos se están cancelando una tras otra: “Ahora cada uno está en lo suyo. La gente incluso tiene miedo de hacer clic en los posts en los que digo que mis conciertos se han cancelado. Dos artistas me han llamado personalmente para apoyarme. Todavía creo en la humanidad, todavía creo en la bondad. Me quedo en Rusia, y mientras no corra peligro, me quedaré aquí. Creo que en Rusia hay mucha gente que comparte mi punto de vista. Son muy pocos si se miran las estadísticas que se hacen públicas. Pero aunque se piense que tal vez sea un número pequeño, quizá sólo el 20% de la población, siguen siendo más de 30 millones de personas. Eso no es poco aquí”.

“Es evidente que han traicionado al país”

Los textos y videos de los artistas críticos se difunden y comparten con mayor frecuencia en las redes sociales, mientras que los cantantes a favor de la “operación especial” se ven en la televisión rusa, en programas, pero también en reportajes en los que se les ve cantando para los soldados. RFI quiso entrevistar a muchos de ellos, pero todos se negaron.

Un ejemplo de su postura es la roquera Olga Kormukhina. Entrevistada en el canal de YouTube del periodista Vyacheslav Manucharov, explicó: “No queremos que Rusia sea como Ucrania, y existe el riesgo de que su nacionalismo y fascismo se extiendan”. En cuanto a los artistas que han abandonado Rusia, esta es su opinión: “Es evidente que han traicionado al país, pero me temo que no se dan cuenta de lo que han hecho. Porque para traicionar algo, hay que serle fiel y amarlo. No se puede traicionar lo que no se ama. Y nunca amaron a este país”, asesta.

“Utilicemos lo ridículo y lo absurdo”

¿Se han ido muchos de ellos? Es difícil de cuantificar, pero sin duda es el caso de Monetochka. El 24 de febrero se dirigió a Estambul, y ahora vive en Vilnius (Lituania), para un embarazo que espera vivir con serenidad. “No me importa correr riesgos en la vida y no soy tan cobarde. Probablemente, si no hubiera estado embarazada, podría haberme quedado. Pero pensé que, si alguien llamaba a mi puerta para conversar, sería un estrés muy grande y un gran riesgo para mi bebé. Para mantener al menos algo de armonía, calma y salud física, decidí que era mejor marcharme”, dice.

Monetochka también deja que su pluma escriba textos siempre muy burlones: “Me parece que si nos tomamos todo esto muy en serio, como una especie de mal terrible que nunca aplastaremos y del que es mejor no hablar más, entonces les hacemos el juego, los describimos como las autoridades quieren que los veamos. Así es como quieren verse a sí mismos a nuestros ojos. Pero en realidad, es como Harry Potter, ¿recuerdas, ese personaje terrorífico cuyo nombre no debe ser pronunciado? Utilicemos lo ridículo y lo absurdo, y así nos será más fácil luchar contra él”, enfatiza.

Tras el nacimiento de su hijo, Monetochka tiene previsto volver a actuar, siempre fuera de Rusia.