La movilización tuvo lugar en medio de la pandemia de coronavirus, por lo que las participantes usaron cubrebocas.
Miles de mujeres, en su mayoría jóvenes y con mascarillas, se manifestaron el sábado en la capital y otras ciudades de Estados Unidos para exhortar a los votantes a que den la espalda al presidente Donald Trump y otros candidatos republicanos en las elecciones del 3 de noviembre.
La movilización, la más reciente desde la marcha multitudinaria de mujeres el día posterior a la asunción presidencial de Trump en enero de 2017, tuvo lugar en medio de la pandemia de coronavirus, por lo cual se pidió a las participantes que llevaran cubiertas faciales y respetaran el distanciamiento social.
Rachel O’Leary Carmona, directora ejecutiva de la Marcha de Mujeres, inició la protesta solicitando a las participantes que guardaran distancia entre todas y señaló que el único evento superpropagador del coronavirus sería uno efectuado en fecha reciente en la Casa Blanca.
O’Leary Carmona mencionó el poder de las mujeres para poner fin a la presidencia de Trump.
“Su presidencia comenzó con una marcha de mujeres y ahora va a terminar con el voto de las mujeres. Punto”, agregó.
“Voten por el futuro de sus hijas”, decía un mensaje entre el mar de carteles que llevaban las participantes. “Peleen como mujer”, rezaba otro.
Las protestas se efectuaron en decenas de otras ciudades, desde Nueva York hasta San Francisco, en señal de oposición a Trump y sus políticas, en especial el intento para llenar la vacante de la ministra de la Corte Suprema, Ruth Bader Ginsburg, antes de los comicios.
Una marcha con distanciamiento social se efectuó en la Universidad Cornell en Ithaca, Nueva York, afuera del dormitorio donde Bader Ginsburg vivió cuando era estudiante.
En Nueva York, una manifestante que llevaba una máscara de Donald Trump permaneció de pie al lado de una estatua de George Washington en el Federal Hall durante la marcha de mujeres afuera de la Bolsa de Valores de Nueva York.
“Disentimos”, rezaba un cartel de una joven que llevaba un cubrebocas rojo y pequeños retratos de la ministra liberal de la Corte Suprema, cuya muerte el 18 de septiembre causó que los republicanos se apresuraran a reemplazarla con una jueza conservadora.
Varias personas con mascarillas se reunieron pacíficamente bajo un cielo soleado en las escalinatas del City Hall en Portland, Oregon, para cantar y escuchar a las oradoras. Una de ellas se pronunció por la justicia racial y poner fin a la brutalidad policial.
En Washington, las manifestantes comenzaron con una concentración en la Plaza de la Libertad, marcharon después hacia el Capitolio y terminaron frente a la Corte Suprema, donde se encontraron con un reducido número de activistas antiaborto.