Ya hay algunos países que han logrado el equilibrio de mantener la transmisión baja y al mismo tiempo reabrir sus economías.
El director de la Organización Mundial de la Salud informó este lunes que Japón ha notificado una nueva variante del coronavirus que causa el COVID–19.
“Cuanto más se propague el virus, mayor será la posibilidad de que se produzcan nuevas mutaciones. En particular, la transmisibilidad de algunas variantes del virus parece estar aumentando”, advirtió Tedros Adhanom Gebreyesus durante la conferencia bisemanal de la OMS.
Tedros explicó que, aunque hasta ahora las mutaciones no han mostrado un incremento en la gravedad de la enfermedad, su mayor transmisibilidad podría generar un aumento en los casos y las hospitalizaciones.
“Esto es muy problemático para los trabajadores de salud y los hospitales que ya están cerca de quebrarse. Algo especialmente cierto donde las medidas sociales y de salud pública ya se han derrumbado lo que puede tener un efecto dominó en otros servicios de salud esenciales”, aseguró.
Por su parte la epidemióloga líder de la Organización, la doctora Maria Van Kerkhove, dijo que identificar las variantes que han aumentado los contagios es un obstáculo más en la lucha contra la pandemia.
“No es bueno, no ayuda a la situación en la que estamos, la hace mucho más difícil, pero aún así tenemos la posibilidad de controlar este virus”, aseveró.
Agregó que los contagios ya estaban aumentando en varios países incluso antes de que se identificaran las mutaciones o que estas estuviesen circulando.
“Y esto es debido al incremento de personas mezclándose, no hay otra razón. Las variantes no ayudan ahora que están circulando en varios países, sin embargo, tenemos las herramientas para romper estas cadenas de transmisión y continuaremos diciéndolo”, resaltó.
Van Kerkhove recordó que en el verano la intensidad de transmisión se había reducido a un solo dígito en la mayoría de los países europeos, algo que cambió cuando las personas comenzaron de nuevo a juntarse en el otoño y especialmente durante las vacaciones de Navidad.
La curva de contagios “aumentó casi verticalmente, pero eso no significa que hayamos perdido la batalla. Tenemos que reducir nuestro contacto con otras familias, además de nuestra familia inmediata.
Lo que debemos hacer ahora es mantener la distancia física con otros, se que es algo difícil, pero podemos utilizar mascarillas, y asegurarnos que los Gobiernos apoyen a las personas cuando les piden que se queden en casa”, dijo.
La experta recordó que ya hay algunos países que han logrado el equilibrio de mantener la transmisión baja y al mismo tiempo reabrir sus economías.
El director de emergencias de la agencia de la ONU, Michael Ryan, utilizó una metáfora para explicar lo que significa que las nuevas mutaciones tengan una influencia sobre la capacidad del virus de contagiar.
“Es como sustituir un jugador en la segunda mitad de un partido de fútbol, no cambia el resultado necesariamente, pero le da al virus energía nueva y un mayor ímpetu, aumenta el desafío, pero no cambia las reglas del juego, sólo la fortaleza de la competencia”, dijo.
El equipo que viaja a China no busca culpables
La Organización también informó que este lunes un equipo de científicos, de diez países e instituciones distinguidas, comenzaron su viaje hacia China para investigar los orígenes del COVID–19.
“Los estudios comenzarán en Wuhan para identificar la fuente potencial de infección de los primeros casos. La evidencia científica impulsará la hipótesis, que luego será la base para estudios adicionales a más largo plazo. Esto es importante no solo para la emergencia actual sino también para el futuro de la seguridad sanitaria mundial y para gestionar las amenazas de enfermedades emergentes con potencial pandémico”, explicó el doctor Tedros.
Por su parte Michael Ryan, aclaró que la misión de este equipo de científicos es exclusivamente para encontrar soluciones científicas.
“Se trata de entender el origen del coronavirus no de encontrar culpables, queremos las respuestas científicas de la relación humano-animal. Esto no es algo nuevo, por muchos años lo hemos visto con las pandemias de la gripe, acabamos de terminar de luchar con el ébola, se trata de enfermedades emergentes que rompen la barrera entre animales y humanos y causan devastación”, dijo.
Agregó que es indispensable entender dicha relación y lo que hace que existan dinámicas que permiten que aparezcan enfermedades.
“Esto no es para encontrar culpables, porque si fuera así podríamos culpar al cambio climático y las decisiones legales tomadas hace 30 años que van desde la forma en que urbanizamos a la manera en que explotamos los bosques. Si están buscando a quien culpar, van a encontrar a alguien en cada nivel de lo que hacemos en este planeta. Dejemos que esta misión sea sobre la ciencia y no sobre política, queremos las respuestas que nos salvarán en el futuro, no gente para culpar”, concluyó.