Lam Duan, una elefanta ciega de 65 años, disfruta su almuerzo mientras escucha “Silent Night” en el piano.
Durante ocho años, paquidermos como Lam Duan -viejos, excedidos de trabajo y a veces inválidos- han sido rehabilitados con música en Elephants World, un santuario de retiro para los animales ubicado en la provincia tailandesa de Kanchanaburi.
Casi el 80 por ciento de cerca de 3.000 elefantes en sitios turísticos en Tailandia, Camboya, India, Laos, Nepal y Sri Lanka, sufren malas dietas y condiciones de vida, además de un exceso de trabajo, según el grupo de bienestar animal World Animal Protection.
Los animales en Elephants World reciben buenos alimentos y tratamientos para sus dolencias físicas, pero la música es un trato extra, especial que parecen disfrutar.
Varias veces por semana, el pianista clásico británico Paul Barton, de 57 años, se sienta al piano frente a lomadas de bosques y toca para sus amigos de cuatro patas.
“Tal vez alguno de estos elefantes ciegos obtengan un poco de confort al escuchar ocasionalmente piezas tranquilas de música clásica”, dice Barton, quien estudió en la Royal Academy of Arts de Londres.
Lam Duan se acercó a Barton mientras comenzaba a tocar y parecía tranquilizarse y enfocarse en la música. En otra sesión musical, varios elefantes parecían mover sus cabezas y colocarse frente al piano mientras las notas fluían.
El dueño del santuario, Samart Prasithpol, de 44 años, dijo que la música parecía dar un consuelo especial a los elefantes. “Aquí trabajamos para rehabilitar físicamente a los elefantes”, dijo Smart a Reuters. “El uso de la música ha sido útil para rehabilitar su alma”, agregó.