El juego en casinos es la base de la economía de Macao, pero ha recibido un duro golpe por las restricciones a los viajes para combatir el virus.
Las calles de Macao se veían desiertas el lunes, después de que los casinos y la mayoría de otros negocios en el núcleo del juego recibieran orden de cerrar mientras el territorio chino, cerca de Hong Kong, combate un brote de coronavirus.
La población debía quedarse en casa salvo para comprar alimentos u otros productos básicos. Las autoridades advirtieron que cualquiera que incumpliera las normas sería castigado.
El fin de semana se ordenó que los casinos cerrasen al menos una semana, ante el auge de contagios en el territorio de 700.000 personas. El gobierno reportó el lunes 59 casos nuevos, que elevaron el total del brote a 1.526.
Macao y Hong Kong siguen la estrategia de cero COVID del territorio continental chino, que aspira a aislar a todos los infectados.
La gente debía registrarse para conseguir boletos de autobús u otros transportes públicos, que operaban a capacidad reducida, indicó un vecino, Pedro Kong.
“Creo que esta medida no es necesaria, porque aumentará los inconvenientes”, dijo Kong, de 40 años.
El juego en casinos es la base de la economía de Macao, pero ha recibido un duro golpe por las restricciones a los viajes para combatir el virus.
La medida de esta semana era el primer cierre completo de los casinos desde 2020, a principios de la pandemia. La decisión reflejaba la preocupación de las autoridades por contener el nuevo brote. Las restricciones impuestas en junio limitaban su fuerza de trabajo a un 10% de lo normal.
El gobierno indicó que tenía previsto hacer pruebas a todo el mundo en la ciudad durante esta semana. Conductores de autobús, repartidores de comida y otras personas debían hacerse pruebas a diario.