El plan Respira nace con un objetivo claro: la reducción de los vehículos no residenciales del centro y las calles Betis y Pureza, donde no se descarta peatonalizaciones parciales.
Con la finalidad de crear una sociedad más «sostenible, verde y en igualdad» en Sevilla, antes de 2020 echarán a andar el Plan Respira para limitar el tráfico en el centro de la ciudad.
El plan Respira (nombre con el que se rebautiza al plan centro) nace con un objetivo claro: la reducción de los vehículos no residenciales del centro y las calles Betis y Pureza, donde no se descarta peatonalizaciones parciales y se usarán sistemas de control como las cámaras o los bolardos.
El proyecto apuesta por la progresiva y consensuada restricción del uso del transporte privado, compatibilizando los derechos de los residentes y de los negocios con un incremento del transporte público y el fomento de la movilidad sostenible.
Primeras restricciones a los coches
La primera intervención afectará a las calles Betis, Pureza y a las plazas de Cuba y del Altozano. La intención de los técnicos es que se encuentre plenamente en funcionamiento antes de 2021. Un año más tarde pasará lo mismo con el casco antiguo, cuyo plan arrancará con la reordenación de la carga y descarga. Estos días se negocia con los empresarios los horarios para usar las distintas zonas habilitadas.
Hay más sobre movilidad. El acuerdo recoge impulsar un modelo de transporte público que mejore las conexiones entre los distintos barrios de la ciudad que incorpore nuevas líneas de Tussam y apuesta por carriles reservados, además de otras infraestructuras de movilidad; y establecer de acuerdo con el proyecto de la DGT la limitación de velocidad a 30 kilómetros en las áreas y calles de Sevilla que cumplan con los requisitos de la normativa estatal.
Otra de las grandes novedades que ocasiona este acuerdo entre los dos partidos de izquierda de la Corporación municipal es la publicación del índice de precios de las viviendas que servirá para disuadir a los propietarios de disparar las rentas.
Aunque ese índice de precios es orientativo para el resto de viviendas que no se encuentren dentro del plan municipal, los expertos entienden que el simple hecho de publicarlos servirá de efecto disuasorio para que los propietarios no disparen las rentas negociadas con los inquilinos. Un ejemplo.
El interesado en alquilar un piso en la Plaza de San Pedro (si se considera zona tensionada) contará con un precio estimado por metro cuadrado realizado por Emvisesa que tendrá en cuenta el tamaño, la ubicación y la calidad.
En materia de vivienda también destacan los objetivos de priorizar la promoción pública al alquiler de vivienda; o estudiar mecanismos en el marco jurídico actual para impedir el lucro indebido con la vivienda de promoción pública para la venta.
Un buen pellizco del presupuesto irá a parar a las zonas de transformación social. Se contempla un refuerzo de las diferentes líneas de intervención social, inserción sociolaboral, acción cultural o dinamización y participación ciudadana en las zonas desfavorecidas y con planes integrales.
Serán 60 millones de euros entre distintas intervenciones trabajadas y consensuadas con Adelante Sevilla para estos barrios, “el mayor presupuesto destinado nunca a los mismos por el Ayuntamiento y que tendrá continuidad en años venideros”, según apostilló el alcalde. A partir de ahora, en el presupuesto habrá apartado específico y partidas para las zonas de la ciudad más necesitadas.
El acuerdo contempla el refuerzo de la actividad cultural en los barrios de la ciudad, la construcción de piscinas recreativas, la regulación de los autobuses turísticos, un sello de turismo justo, una política de microcréditos o el refuerzo de la atención a las personas sin hogar y desconcentración de los recursos son otras de las cuestiones recogidas en el acuerdo.
Nota completa AQUÍ.