Rusia y Ucrania firmaron este viernes en Turquía dos acuerdos que permitirán desbloquear los suministros de cereales y granos para la exportación. 

Este fin de semana se selló en Estambul un pacto con consecuencias económicas mundiales.

Kiev y Moscú firmaron dos acuerdos idénticos pero separados, con el auspicio de Turquía y de Naciones Unidas, para liberar las exportaciones de cereales y otros productos agrícolas, bloqueados en los puertos de Ucrania.

Se firmaron dos documentos dado que Ucrania se rehusaba a rubricar el mismo texto que Rusia.

Un acuerdo “sin precedentes”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, acerca de este documento firmado entre dos países aún en estado de guerra.

Por lo tanto, durante 120 días, las mercancías serán exportadas por vía marítima por el Mar Negro, desde los puertos de Odesa, Pivdennyi y Chornomorsk, que la defensa naval rusa lleva bloqueando desde hace semanas.

La ONU y Turquía estarán a cargo de inspeccionar los barcos que entren y salgan del Mar Negro. Rusia teme que Ucrania use esos buques para suministrar armas. “Pilotos ucranianos” abrirán el paso a los buques en aguas territoriales, plagadas de minas. “Desminar hubiera tomado demasiado tiempo”, detalló la ONU.

25 millones de toneladas en los silos

“Traerá alivio a los países en desarrollo al borde de la bancarrota y las personas más vulnerables al borde de la hambruna. Y ayudará a estabilizar los precios mundiales de los alimentos, que ya estaban en niveles récord incluso antes de la guerra”, declaró Guterres.

Se podrán así liberar unos 25 millones de toneladas de trigo, maíz y otros cereales almacenados de silos, por “corredores seguros” que se implementarán dentro de “unas semanas”.

“Va a permitir bajar la incertidumbre respecto al abastecimiento, principalmente en países del Norte de África, y empezar a normalizar el comercio de granos”, explica a RFI Gonzalo Agusto, economista de la Bolsa de cereales de Córdoba, en Argentina.

“La noticia más importante es trasmitir cierta calma a los mercados. Eso puede repercutir en una caída de los precios internacionales”, añade.